Resumen: Múnich pasaría a la historia como el primer paso de las complicidades entre la oposición interior y exterior; una primera cita para coordinarse
mejor en el futuro, pero las consecuencias políticas del encuentro fueron a corto plazo insignificantes. El espíritu de apertura que preconizaba
la declaración de Múnich todavía no había llegado a la totalidad de las fuerzas políticas de España. Por eso el significado de la reunión fue
¿y ése es también su valor¿ el de un acto precursor. Como tal, la reunión fue un fracaso: sus objetivos no se pudieron cumplir a corto plazo.
Pero, sin duda, desde entonces se vio a Europa ¿la Europa democrática¿ como la solución y tal planteamiento fue uno de los elementos que
formaron parte esencial del futuro consenso.