Resumen: La educación cívica o educación para la ciudadanía es un sólido reto para la pedagogía; pero no sólo en el sentido del descubrimiento e incorporación de nuevos elementos o contenidos de aprendizaje, sino también en cuanto que requiere una conformación
nueva de las sensibilidades y las mentalidades educativas.
¿Se pueden enseñar conductas y actitudes? Acaso sí; pero no mediante la docencia exclusivamente, ni siquiera principalmente.
La posibilidad de afrontar práctica y plenamente la educación en la libertad, fundamento último de los derechos humanos. Es un quehacer y una finalidad que tienen sobradamente acreditado su valor, aunque también su intrínseca dificultad: «nunca se repetirá bastante que nada hay más fecundo que el arte de ser libre; pero nada asimismo tan duro como el aprendizaje de la libertad»