Un estudio global pionero mide la felicidad de forma holística en 22 países, incluido España
El Global Flourishing Study, en el que colabora el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, propone una nueva forma de entender el bienestar humano

PhotoManuel Castells
/Pedro de la Rosa, investigador del Instituto Cultura y Sociedad.
26 | 08 | 2025
¿Puede medirse la felicidad solo con ingresos o esperanza de vida? Una red internacional de investigadores busca expandir los estudios sobre la felicidad para alcanzar nuevos resultados que aborden este asunto de manera rigurosa y holística. Con ese objetivo han lanzado el Global Flourishing Study (GFS), un proyecto de investigación que busca entender qué hace que una persona florezca y cómo varía eso según el país, la cultura, la historia personal o las circunstancias económicas. El estudio, que ha concluido su primer año de trabajo, está previsto que continúe otros cuatro años más. Cada avance de la investigación se publica en Nature, una de las más prestigiosas revistas científicas a nivel mundial. Pedro de la Rosa, investigador del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, colidera dentro del proyecto los análisis sobre el consumo de alcohol y tabaco como indicadores de estilo de vida y su relación con el bienestar.
Coordinado por la Universidad de Harvard, la Universidad de Baylor, Open Science Framework y la empresa de encuestas Gallup, la investigación mide el bienestar humano —o “florecimiento”— de forma integral: salud física y mental, sentido y propósito de la vida, carácter moral y virtud, relaciones personales, felicidad y satisfacción con la vida y estabilidad material y financiera. Más de 200.000 personas fueron entrevistadas en 22 países para obtener una muestra representativa de la realidad de las sociedades de cada territorio.
Una de las principales innovaciones metodológicas del GFS es que todos los estudios publicados se realizan con los mismos modelos estadísticos, lo que permite una comparabilidad perfecta entre países y entre los temas analizados. Este enfoque unificado es inédito en ciencias sociales y ha sido posible gracias a un gran esfuerzo de coordinación. Como resalta Pedro de la Rosa, “no hay que ver cada estudio por separado, sino como un elemento más de un ecosistema de publicaciones. La cantidad de información obtenida simultáneamente es impresionante”.
Entre los primeros hallazgos, destaca que España muestra fortalezas claras en dimensiones como las relaciones sociales, el equilibrio vital, la percepción de autonomía y la baja percepción de discriminación. Sin embargo, aparece en los últimos puestos en bienestar financiero, paz interior y la capacidad de ser oído y tenido en cuenta en la esfera política, lo que ahonda el debate sobre los retos sociales y económicos del país. Otro de los hechos más llamativos es que el impacto emocional de perder a un progenitor en la infancia es especialmente alto en España. Esta realidad manifiesta la importancia de los vínculos familiares en el desarrollo del bienestar a largo plazo.
Pedro de la Rosa explica el alcance del proyecto: “El valor del estudio está en su diseño: todos los artículos publicados en Nature siguen los mismos métodos, lo que permite comparar entre países y temas estudiados de forma rigurosa. Que nosotros sepamos, es la primera vez que se coordinan tantos estudios en el ámbito de las ciencias sociales con el fin de aumentar la transparencia, velocidad y comparabilidad del proceso científico. Además de ofrecer rankings simplificados, el Global Flourishing Study ofrece una visión global del bienestar, con datos comparables entre países y útiles para diseñar políticas públicas, educativas y sanitarias con base empírica”, añade De la Rosa.
Una de las novedades clave del GFS es su dimensión longitudinal: durante al menos cinco años se recogerán datos en oleadas sucesivas, lo que permitirá no solo describir, sino también predecir cómo evoluciona el bienestar individual a lo largo del tiempo. Además, todo el material —datos, códigos y publicaciones— será de acceso abierto, lo que refuerza el compromiso del proyecto con la transparencia científica. En esta primera fase, el proyecto ya ha arrojado resultados significativos, como que las buenas relaciones familiares y la asistencia a ceremonias religiosas se asocian a mayores niveles de florecimiento de forma generalizada en los países estudiados.
Todos los resultados, incluidos los códigos y bases de datos, estarán disponibles de forma abierta para investigadores y público general. Entre los 22 países estudiados hay representación americana, europea, asiática, africana y oceánica. Destacan países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, México, Suecia, Polonia, Reino Unido, Turquía, Japón, Filipinas, Kenia, Sudáfrica, Tanzania o Australia.