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Antonio Aretxabala Díez,, Geólogo. Profesor de la Escuela de Arquitectura

Agua y fractura hidráulica, una mirada crítica

mié, 26 mar 2014 13:01:00 +0000 Publicado en iAgua

El día mundial del agua viene acompañado de la palabra "fracking", la técnica para extraer gas que revolucionó el mercado energético de EEUU. Pero tarde o temprano vendría el declive: varias formaciones rocosas ricas en "shale gas" se agotan. Al mismo tiempo el avance de las prospecciones por el potencial gasístico encerrado en cualquier parte del mundo, atestiguan que aquella panacea era un espejismo. Muchos de los proyectos se abandonan.

Sin embargo, ¿ese efecto de alza y decadencia es extrapolable a Europa y especialmente a España? Ni la geología, ni la distribución del territorio, ni nuestra interacción en agricultura, ganadería o el incomprendido turismo cultural del segundo país del planeta con más reservas de la Biosfera y patrimonios de la humanidad (UNESCO), son comparables. En su último informe, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirma que el fracking "podría llegar a ser limpio", eso lo dice todo.

El problema más conocido es el desorbitado consumo de agua y su contaminación. En España unos 15 millones de personas nos abastecemos de acuíferos. La AIE sugiere que debería prohibirse el método en dichos lugares. Ninguna empresa con sentido común, gobierno o ciudadano, lo permitiría, como indica la AIE.

A medida que pasa el tiempo el precio mínimo rentable sube en EEUU, los yacimientos se abandonan. Las mejores zonas de extracción no se recuperan desde 2012. La promesa de creación de puestos de trabajo se desvanece, se los quitaron a las energías renovables, a la eficiencia energética.

Otro peligro es la sismicidad inducida por la presión del agua de desecho inyectada. Esta sismicidad producida por la actividad humana conforma ya un documentado campo de estudios que se toma en serio en EEUU. Por desgracia no en España. Holanda, Polonia o Gran Bretaña, ya lo están sufriendo. El agua de la fractura hidráulica queda contaminada y su depuración es costosa; lo más económico es forzar un rapto mediante la inyección subterránea bajo los acuíferos. Así el agua presiona las fracturas de la corteza disparando sismicidad. Debemos contar con la influencia de sismos remotos en las fallas así debilitadas. El estudio realizado en Columbia indica que fuertes terremotos al otro lado del planeta pueden desatar otros cerca de pozos de inyección.

El problema más conocido del fracking es el desorbitado consumo de agua y su contaminación
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La fractura hidráulica abre nuevas puertas al deficiente balance energético español
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Oklahoma ostenta el récord sísmico (5.7) de origen humano debido esas prácticas, Colorado o Texas los conocen. En Europa, además de los sismos polacos y del Reino Unido, Holanda, tras miles de denuncias, ha destinado cientos de millones de euros a reparación de desperfectos por los terremotos de Groningen.

La AIE cree que para un proceso más seguro bastaría un incremento en inversión del 7%. Pero lo peor es seguir evitando aportar fondos de investigación para comprender esta frágil interfaz, entre la atmósfera y la hidrosfera, donde habitamos. Nos hemos adueñado de ella, pero no la conocemos y menos aun la podemos controlar. La fuerza del agua sigue siendo un misterio.

La fractura hidráulica abre nuevas puertas al deficiente balance energético español, pero no debe penalizar otros sectores. Las ciencias de la Tierra se ven cada vez más como disciplinas que practican científicos cualificados para dotarnos de materias primas o energía y de armas eficientes con las que resistir los embates de la Naturaleza ante nuestras acciones agresivas. El medio humano y la Naturaleza no deben destruirse. El fracking, como apunta la AIE, podría llegar a ser limpio, una viabilidad que debemos debatir sin prejuicios.