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Antonio Monge Vega, Miembro del Instituto de España, Profesor de la Universidad de Navarra.

El agua y el desarrollo de los pueblos

jue, 22 mar 2012 09:57:00 +0000 Publicado en Diario de Navarra

Hoy, 22 de marzo, se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Agua, indicativo del interés y la preocupación planetaria por este elemento imprescindible para la vida. Y este es el primer punto de reflexión: la vida en la Tierra no es posible sin agua.

La segunda consideración desvela que si bien nuestro planeta, visto desde el exterior ,se muestra como un planeta azul, un97,3%de la superficie total ocupada por agua se encuentra en los océanos y en los polos, de manera que solo un 2,7% está disponible como agua potable. De esta cantidad, más del 2% se halla en acuíferos, con lo cual queda un escaso 0,7% en ríos y lagos.

Además, el agua ha marcado la historia de los pueblos. Las sociedades se han desarrollado alrededor del agua. En este sentido, la preocupación internacional por este recurso no es nueva. Se han encontrado testimonios históricos relevantes en el valle del Nilo y en Mesopotamia que datan de hace más de 5.000 años. En nuestros días se pueden citar una secuencia de reuniones internacionales de gobiernos y sociedades preocupados por el tema y por una sospecha: la sociedad actual necesita mayor cantidad de agua de la que dispone.

Uno de los primeros referentes es la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo en 1972. Aunque la discusión tomó forma en la Reunión de Mar de Plata, también de Naciones Unidas, que abordó el uso eficiente del agua, la evaluación de recursos y planteó el derecho universal a contar con agua potable. Una premisa que trajo a colación asuntos como la contaminación o el uso de las reservas.

1981-1990 se proclamó Década Internacional del Agua Potable y del Saneamiento. Al finalizar este periodo, la reunión de Nueva Delhi de 1990 reiteró que el agua es para todos y no para unos pocos. Más adelante, en la Conferencia Internacional de Agua y Medio Ambiente de Dublín de 1992, se establecen cuatro principios de gran transcendencia: 1º) El agua dulce es un recurso finito, vulnerable y esencial para el desarrollo y el medio ambiente; 2º) Los intereses de todos los usuarios deben ser tenidos en cuenta; 3º) La mujer tiene un papel fundamental en la gestión del agua, en todas las sociedades, pero muy especialmente en las sociedades con menos recursos; y 4º) El agua tiene un impacto económico transcendental en todas las sociedades.

Posteriormente se constituyeron el World Water Council y del Global Water Partnership, que dieron paso al Primer Foro Mundial del Agua, celebrado en Marrakech en 1997. En esta reunión se esbozó el estudio a largo plazo del tema, uniendo agua, vida y medio ambiente en el siglo XXI. Y en 2003, en el Tercer Foro Mundial del Agua, en Kyoto, surgió la declaración de los pueblos indígenas sobre el agua. Una cita clave en la cual se denunciaron los c a m b i o s que están sufriendo los ecosistemas, la contaminación de las aguas y su agotamiento; así como la explotación insostenible de los recursos y los problemas derivados de un turismo excesivo. Alarmaron los datos sobre sequía en África, el padecimiento de los pueblos indígenas y las comunidades locales, rurales o urbanas, pobres y vulnerables. Comunidades que pidieron con fuerza, y con derecho, ser escuchadas.

La perspectiva actual confirma que en el último siglo el consumo de agua ha crecido por encima del aumento relativo de las poblaciones. En más de 25 países de África y Oriente Medio la cuestión del agua es motivo de conflicto. Así, su disponibilidad en África ha disminuido una tercera parte respecto a la que tenía hace medio siglo. En parte a causa de la contaminación de las aguas por una sobre industrialización o, en otros casos, debido a la falta de tecnología de purificación, aguas residuales, lluvias ácidas, productos químicos agrícolas, vertidos industriales y mineros, etc.

En todo caso, el agua sigue siendo imprescindible para el desarrollo de la agricultura, el mantenimiento de la salud, el funcionamiento de la industria, la generación de energía y la supervivencia de un medio ambiente de calidad. Y lo que es más grave aún, las enfermedades relacionadas con el abastecimiento de agua potable en condiciones representan la principal causa de muerte de los niños entre uno y cuatro años. Más del 20% de la humanidad no dispone de agua en calidad y cantidad adecuadas. Y esto representa a muchos millones de personas afectadas.