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Germán López Espinosa, , Director del Máster en Banca y Regulación Financiera de la Universidad de Navarra

No más dinero público para rescatar bancos

vie, 20 feb 2015 14:27:00 +0000 Publicado en Expansión

La Directiva 2014/59/UE establece un marco para la reestructuración y la resolución de entidades de crédito y empresas de servicios de inversión. Con esta Directiva se pretende minimizar la dependencia de ayudas públicas destinadas a rescatar a entidades inviables, protegiendo así a los contribuyentes, los depósitos -cubiertos por el fondo de garantía de depósitos-, a los inversores y a los clientes.

Los Planes de Reestructuración de las entidades de crédito van a ser cruciales para la estabilidad del sistema financiero global y pretenden que nunca se utilicen ayudas públicas al llevarlos a cabo. El proceso de gobernanza, el escalado de las decisiones, la robustez de los indicadores de reestructuración y la credibilidad de las medidas a adoptar por parte del banco serán cruciales para la prevención de efectos negativos en el sistema financiero y en la economía real. Si el Plan de Reestructuración está perfectamente actualizado y diseñado, la contribución a la sistemicidad de un determinado banco será menor de lo que lo fue en el pasado. Además, y no menos importante, esta entidad estará menos expuesta a la volatilidad del mercado, debido a que las medidas de reestructuración están pensadas tanto para escenarios sistémicos como idiosincráticos, o ambos.

Por tanto, dichos Planes pretenden contribuir a mantener la estabilidad financiera y minimizar los efectos económicos y sociales, que hemos padecido durante la crisis financiera, en los países en los que opera la entidad de crédito. Desde un punto de vista empírico, esto se podrá comprobar en un futuro, cuando al menos un banco esté una situación de estrés severo y podamos valorar si el Plan de Reestructuración contribuyó decisivamente a disminuir su contribución al contagio al resto de entidades y/o redujo su exposición ante una situación sistémica.

Además es importante resaltar que no solo la credibilidad de las entidades estará en juego sino también la credibilidad del Supervisor Único, pues este tiene la capacidad de requerir modificaciones del Plan a las entidades supervisadas en la medida que no las consideren adecuadas o realistas.

Por tanto, si todo funciona según lo previsto, en el futuro, los contribuyentes no tendrán que costear las pérdidas de los bancos ni tampoco los bancos sanos habrán de sufragar una buena parte de las pérdidas de los bancos que tuvieron un excesivo apetito por el riesgo; hemos pasado a un escenario más de prevención, ya que prevenir es siempre mejor que rescatar.