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Gerardo Castillo Ceballos,, Profesor emérito de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra

¿Hay que educar para la vida de amistad?

lun, 14 mar 2016 14:38:00 +0000 Publicado en Diari de Tarragona

Platón y Cicerón abrieron con páginas de oro la autoría interminable de libros sobre qué es la amistad. Por ello es sorprendente que no haya ocurrido lo mismo con su educación. Esto me movió a escribir y publicar en su día: "La educación de la amistad en la familia". 

Sospecho que esa omisión está relacionada con el tópico de que la amistad es una especie de planta silvestre que surge y se desarrolla de forma espontánea y autosuficiente; no necesitaría ser cultivada. Para ser buen amigo y tener verdaderos amigos no sería necesario ningún tipo de esfuerzo, de virtud, ni de orientación educativa; bastaría ser simpático.

Muchos padres no son conscientes de las posibilidades y de los riesgos que tiene la vida de amistad de sus hijos. Buena prueba de ello es que en sus entrevistas periódicas con el profesor-tutor suelen hablar  del rendimiento en el estudio, pero nunca o casi nunca de sus amistades.

Los pocos padres que se interesan por este tema lo hacen tarde: cuando sus hijos adolescentes tienen ya algún problema serio en su vida de amistad. Los chicos/as de ahora suelen ser más precoces en acceder a experiencias vitales, lo que suele dejar a sus ingenuos padres en "fuera de juego". Un ejemplo en clave de humor:

-El padre: hijo mío, ha llegado ya el momento en el que hablemos del origen de la vida.

-Está bien. ¿Qué es lo que necesitas saber de ese tema?

Si la educación pretende preparar para la vida feliz, es fundamental formar a tiempo a los hijos para esa fuente de felicidad que es la amistad.

¿Qué ideas y criterios básicos necesitan conocer los padres sobre la amistad y su educación?

La amistad es una modalidad de amor. Lo específico de la amistad es el afecto desinteresado. Al amigo no se le quiere como algo útil o placentero, sino de modo altruista.

Aunque la amistad implica afecto, el afecto no es lo esencial de la amistad. La esencia de la amistad es la correspondencia entre los amigos. Si el afecto y la benevolencia no son mutuos, recíprocos, no hay amistad. Aristóteles lo dijo así: "Dos marchando juntos".

A esa persona elegida libremente y con la que existe una afinidad espiritual, el amigo le da no simplemente algo de lo que tiene o de lo que hace, sino algo de lo que es, algo de sí mismo. Al amigo se le da lo más propio y personal, lo más interior: la intimidad. La amistad conlleva un intercambio de confidencias; una comunicación leal y abierta de los secretos del corazón; un regalo de la propia intimidad; una revelación mutua del alma.

En la amistad  existe un "código ético" no escrito: hay que ser sincero, generoso, leal y respetuoso  con el amigo. La amistad verdadera es virtud de virtudes.

¿Cuál es la "prueba de fuego" de la amistad?. 

Una prueba es la del tiempo. Si la amistad es verdadera permanece a lo largo de los años.

Otra prueba: si una relación produce la mejora continua de ambos -como personas y como amigos- es señal inequívoca de amistad verdadera.

Una tercera prueba es la de los momentos difíciles. El buen amigo no se aleja cuando al otro ya no le sonríe la vida, mientras que el mal amigo se distancia.

Una amistad auténtica es una situación educativa permanente. En ella se dan estímulos mutuos para obrar bien. Los padres "sabios" educan a sus hijos con la colaboración de los buenos amigos de sus hijos.

¿Qué posibles objetivos educativos pueden plantearse los padres en el tema de la amistad? Sugiero los siguientes:

1.Que tengan amigos.  

Hay que educar sin proteccionismo, ya que los hijos dependientes no saben adaptarse a las necesidades de los demás. La tarea preventiva incluye también  fomentar la apertura de los hijos: que salgan de casa y que "salgan" de sí mismos, abriéndose a los demás. 

2.Que tengan buenos amigos. 

Es aconsejable ponerlos en contacto con buenos ambientes: elegir con buen criterio el colegio y procurar que pasen su tiempo libre en lugares "sanos". Pero no se trata de que los padres les elijan los amigos, ya que esto es muy personal.

3.Que sean buenos amigos.

Los padres deben desechar la idea de que los malos amigos son siempre los hijos de los demás.

Algunos medios:

  • El buen ejemplo de los padres en su vida de amistad. 

  • Libros que relatan historias de verdadera amistad.

  • El desarrollo de virtudes humanas especialmente necesarias para la vida de amistad, como la sinceridad, la lealtad y la generosidad.

  • Hacer compatible vida de amistad de los hijos con la vida familiar