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Pedro Errasti, Director de Nefrología en la Clínica Universidad de Navarra

La enfermedad renal crónica y la tercera edad

El autor recuerda que hoy es el Día Mundial del Riñón, y alerta de las consecuencias de la Enfermedad Renal Crónica, ya que asegura que la ignorancia acerca de las enfermedades renales es muy alta en la población general.

jue, 13 mar 2014 11:11:00 +0000 Publicado en Diario de Navarra

Un año más, coincidiendo con el segundo jueves del mes de marzo, se celebra el Día Mundial del Riñón (World Kidney Day), una iniciativa internacional liderada de forma conjunta por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF). Esta celebración, que inició su andadura en marzo de 2006, cumple un objetivo general y además otro específico cada año. Tiene como misión sensibilizar al mundo sanitario, al funcionariado relacionado con la salud, a los gobiernos y a la población en general, sobre la importancia de la enfermedad renal crónica (ERC) como un gran problema de salud pública que consume innumerables recursos.


La ERC es una pérdida progresiva de la función renal de meses o años de evolución, que puede afectar a una de cada 10 personas en diferentes grados y que constituye por su frecuencia una auténtica epidemia. Se trata de unir fuerzas para fomentar la educación y la prevención de las enfermedades renales, que puede afectar a cualquier persona, con independencia de raza, sexo, edad o clase social. En muchos casos, la ERC puede evolucionar de forma lentamente progresiva y sin apenas síntoma alguno, a una fase o etapa terminal que requiere tratamiento mediante técnicas de diálisis -que son muy costosas o trasplante renal de donante cadáver o de vivo, que económicamente puede ser insostenible en muchos países, especialmente del tercer mundo. El impacto y las consecuencias de la ERC son enormes, no solo bajo el punto de vista financiero, sino también y sobre todo, en el coste de vidas humanas. En la actualidad se considera que es un factor muy importante en la presentación de complicaciones cardiovasculares como la insuficiencia cardíaca, la angina de pecho, el infarto agudo de miocardio y causa de muerte prematura de origen cardiovascular. El riesgo de muerte prematura se incrementa de forma muy notable con respecto a la población sana. Incluso en pacientes en programa de diálisis crónica o trasplante de riñón, la muerte de origen cardiovascular es la principal causa de fallecimiento.


Factores de prevención

Pero no nos quedemos sólo en la consideración de los aspectos negativos, pues la ERC se puede prevenir, tratar y también enlentecer su curso evolutivo. Existen claras evidencias científicas de que la detección precoz, la modificación de los estilos de vida, el abandono del tabaco, el control estricto de la presión arterial, el mantenimiento de un peso estable evitando el sobrepeso y la obesidad, la realización de actividad física regular, el control del colesterol y del ácido único mediante una dieta mediterránea, el buen control de la hiperglucemia y de la diabetes mellitus, evitar la toma frecuente de antiinflamatorios, etc... pueden estabilizar, enlentecer o retrasar la progresión de la ERC. De ésta forma se lograría reducir tanto el impacto económico como la mortalidad cardiovascular prematura. Por tanto, el objetivo general del Día Mundial del Riñón es la educación, puesto que la ignorancia acerca de las enfermedades renales es muy alta en la población general.


Incidencia en la tercera edad
El lema específico o particular de la campaña del presente año se refiere a la ERC en personas de la tercera edad. La incidencia y la prevalencia de dicha enfermedad aumenta de forma progresiva con la edad y el tratamiento en la fase terminal en pacientes añosos es un gran problema a nivel mundial por las enfermedades y la comorbilidad asociada a la misma, que implican un mal pronóstico y una pobre calidad de vida. Por ello, los pacientes de edad avanzada deben recibir una adecuada información acerca de su enfermedad y pronóstico, así como de las distintas opciones terapéuticas (conservador, diálisis, trasplante) facilitando su participación en la decisión al respecto. En la presente campaña se propone comenzar la jornada, o cualquier tipo de reunión a lo largo del día, bebiendo un vaso de agua, como forma de fijar la atención en los propios riñones, para cuyo funcionamiento es imprescindible el líquido elemento. Beber agua puede ayudar a mantener los riñones sanos, aunque no cura la enfermedad renal. Simplemente, el objetivo de ésta iniciativa (o propuesta) es suscitar el interés o la reflexión o el comentario sobre la importancia de la prevención de la enfermedad renal o que actúe como gatillo iniciador de comentarios sobre la importancia de su prevención.

 

Más información: www.worldkidneyday.org