2019_09_25_apertura_ban_20192020
337 alumnos de la Universidad comienzan el curso con una beca Alumni y 86 de ellos son becarios por primera vez
El total de fondos destinados este año al programa es de 2,5 millones de euros
La Universidad dio la bienvenida a los 337 alumnos, procedentes de 20 países, que estudiarán este año gracias a una beca Alumni. Este curso se han concedido 86 nuevas becas, ascendiendo a 337 el número total de becarios alumnos en el curso 2019-20. Este curso se han destinado 2,5 millones de euros para el programa, que en su mayor parte provienen de la Asociación de Amigos de la Universidad, benefactores como el Santander Universidades, y entidades como Fundación ONCE, Caja Rural de Navarra, Banco Pichincha, Fundación IEISA y Fundación Bolar, entre otras.
El acto, celebrado en el Aula Magna del Edificio Central, estuvo presidido por Tomás Gómez-Acebo, vicerrector de Alumnos; Natalia Couto, directora del programa Becas Alumni; Pablo Pérez, catedrático y profesor de historia contemporánea, y Alexia Cosmello, alumna y becaria. Tras dar la bienvenida al nuevo curso, Alexia Cosmello Guisande, estudiante de 3º de Relaciones Internacionales, se dirigió al resto de becarios y les instó a agradecer esta oportunidad, perseverar y aprovechar estos años para “formarse académica y personalmente”. Pero, según afirmó, “no todo se consigue en las aulas” y animó a sus compañeros a trabajar, pero también a disfrutar del campus y de todo lo que la universidad les ofrece, a pedir ayuda cuando la necesiten y a ofrecerla a los otros.
Por su parte, Pablo Pérez les impulsó a descubrir la belleza del mundo, a interesarse por el saber y por la búsqueda de la verdad. “Ser universitario es aprender a escuchar, y con amistades el estudio se hace más fecundo y se puede llegar a conocer la verdad, algo para lo que estamos hechos y que nos llena de satisfacción”, añadió el profesor.
El acto finalizó con unas palabras del vicerrector Tomás Gómez Acebo, en las que se dirigió a los nuevos alumnos y recordó a los de cursos superiores todo lo que supone una verdadera experiencia universitaria. En ella, no solo se busca transmitir ciencia, sino que “también se forma la conciencia”. Es decir, “muchas universidades transmiten ciencia sin conciencia, pero aquí la conciencia es el acompañamiento en el desarrollo personal”, afirmó
el vicerrector.