Modesto Santos, ejemplo de una vida lograda: intelectual vigoroso, sacerdote fiel y figura entrañable
La Universidad de Navarra recuerda al profesor de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Facultad Eclesiástica de Filosofía en el primer aniversario de su fallecimiento

FotoManuel Castells/De izda. a dcha., Ana Marta González, Julia Pavón, Secundino Fernández, Santiago Collado y César Izquierdo.
25 | 06 | 2025
La Universidad celebró el 6 de junio un Acto In Memoriam en recuerdo de Modesto Santos, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Facultad Eclesiástica de Filosofía, con motivo del primer aniversario de su fallecimiento.
Abrió el acto el vicerrector de Ordenación Académica, Secundino Fernández, quien recordó su humildad y su sentido del deber: “Era una de esas personas cuya coherencia de vida hablaba incluso cuando callaba”. Y destacó que en la Universidad ha dejado una enorme huella sobre cómo “enseñar con claridad y vivir con sencillez”.
En el homenaje intervinieron algunas de las personas que mejor conocían sus ideas, su estilo y su legado como César Izquierdo, profesor emérito de la Facultad de Teología; Julia Pavón, decana de la Facultad de Filosofía y Letras, José Ángel Lombo, profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma) y Ana Marta González, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras.
Como señaló el profesor Fernández, “para Modesto Santos la razón no era una amenaza a la fe, sino su aliada más noble, su cauce natural”. En este sentido César Izquierdo ofreció una intervención titulada “Modesto Santos: sacerdote y defensor de la razón”.
El profesor Izquierdo, buen amigo del profesor Santos, recordó algunos de los puntos más destacados de su biografía e hizo hincapié en los momentos vividos junto a él, recordando incluso algunas de las anécdotas de sus últimas hospitalizaciones.
Explicó que fue un fiel defensor de la razón y puso de relieve la implicación de Modestos Santos en la defensa de la vida. Como cuando fue nombrado consultor del organismo de la Conferencia Episcopal Española que se ocupaba de estas cuestiones y su participación activa en la preparación de documentos doctrinales que tuvieron en su momento bastante influencia, como ‘100 preguntas y respuestas sobre el aborto’ y ‘100 preguntas y respuestas sobre la eutanasia’.
Destacó que el profesor Santos mantuvo viva su ilusión por el trabajo filosófico, pero poco a poco fue apoderándose de él cada vez más el celo pastoral y dedicó muchas horas al ministerio sacerdotal, especialmente en la parroquia de Santa Vicenta María de la que era vecino. Y concluyó recordando que cuando falleció, en mayo de 2024, le vinieron a la memoria multitud de recuerdos que tenía con él: “Entonces descubrí que debajo de toda su vida de profesor y de sacerdote, y detrás de una personalidad que se manifestaba en sus palabras y su comportamiento, había una gran sencillez de corazón. Intelectual vigoroso, sacerdote fiel, Modesto Santos queda como una figura amistosa, bien humorada profunda, como una vida lograda”.
Seguidamente, José Ángel Lombo, discípulo del profesor Santos, habló sobre “En busca de la unidad del obrar humano”, de él destacó su interés por el Derecho y su implicación en la Bioética. Asimismo, recordó dos características de su labor académica: “la claridad expositiva y la disponibilidad para el diálogo”.
Le siguió Ana Marta González, directora del Departamento de Filosofía, con una intervención titulada “Virtud y libertad”. Señaló que el profesor Santos fue un pensador y sacerdote que unió de forma ejemplar rigor intelectual, profundidad ética y cercanía humana. Defensor de la razón como guía del obrar humano, concebía la ética como sabiduría práctica, donde la virtud permite usar bien la razón y orientar la libertad hacia el bien. Rechazaba una moral de prohibiciones y las "éticas adjetivadas", proponiendo una visión unitaria y positiva del actuar humano. Maestro exigente y perfeccionista, “publicó poco, pero con gran profundidad”. Su identidad sacerdotal se integraba armónicamente con su vocación filosófica, marcada por una gran amplitud de intereses y una presencia cordial, bienhumorada y formativa.
Finalmente, el programa concluyó con la intervención de la profesora Julia Pavón, decana de la Facultad de Filosofía y Letras, quien cerró el evento con un emotivo agradecimiento a Modesto, destacando su magisterio discreto y cercano, así como su profunda identificación con la cultura y la identidad de la universidad. Recordó una anécdota personal de hace 27 años, que ilustra su humanidad y calidez, y vinculó su figura a unas recientes palabras del Papa León XIV sobre la importancia de las instituciones más allá de los individuos. Subrayó así la huella silenciosa pero firme que Modesto dejó en la Facultad a lo largo de los años.