Un arquitecto apuesta por la restauración que ''se ciñe a las necesidades reales del objeto más que atender a los criterios de quien la realiza''
Un arquitecto apuesta por la restauración que ''se ciñe a las necesidades reales del objeto más que atender a los criterios de quien la realiza''
Un arquitecto apuesta por la restauración que ''se ciñe a las necesidades reales del objeto más que atender a los criterios de quien la realiza''
Antoni González afirmó en la Universidad de Navarra que el proyecto "puede aceptar la creatividad, pero siempre con el respeto que exige el monumento"
El arquitecto Antoni González, jefe de patrimonio arquitectónico de la diputación de Barcelona, apostó en la Universidad de Navarra por la restauración objetiva, "aquella en la que más que atender a los criterios subjetivos del restaurador, se ciñe a las necesidades reales del objeto". Según el experto, que impartió dos sesiones en la Escuela de Arquitectura, "en función de su tiempo, condiciones, entorno, economía o circunstancias sociales, un monumento puede exigir una actuación distinta a la que requeriría en otro contexto".
Muy unido a esta propuesta, el arquitecto abordó la cuestión de la creatividad: "La restauración es un proceso científico y creativo al mismo tiempo. Tiene una parte importante, la del conocimiento histórico, que condiciona el tipo de intervención. Por otro lado, está el proyecto arquitectónico; se puede aceptar la creatividad desde este punto de vista, pero siempre en relación con el respeto que exige el monumento. La creatividad supone pensar qué necesita el edificio".
Antoni González también resaltó la importancia del entorno. "Nos podemos encontrar con un monumento completamente deteriorado, pero que la gente estima; este sentimiento es tan importante como el estado en que se encuentra. Hay que establecer esa relación para poder decidir. Cualquier parte de un monumento es un documento histórico y a veces lo que importa es el lugar en el que está situado. No se debería destruir nada", apuntó.
El peligro de las visitas masivas
El arquitecto y Premio FAD de restauración en 1980 se refirió asimismo al peligro que puede suponer la visita masiva a algunos monumentos o edificios emblemáticos de una ciudad. Como ejemplo, mencionó el caso del Parc Güell, en Barcelona. "No se puede conservar un edificio con esa visita libre y salvaje. El Ayuntamiento debería actuar pronto porque si se sigue así, el parque acabará desapareciendo", comentó.
Antoni González (Barcelona, 1943) ha sido director del Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña, colaborador del la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura (1979-2004) y, desde 1981, jefe del Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local de la Diputación de Barcelona. En 1992 fundó la Academia del Partal (Asociación Libre de Profesionales de la Restauración Monumental). Es autor de varios libros, entre ellos La restauración objetiva (1999), y ha participado en más de un centenar de proyectos y obras de restauración.