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Alfredo Aracil: "El arte no se puede enseñar, pero sí se puede aprender"

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Alberto Corazón, Juan Carlos Garvayo y Alfredo Aracil en el Museo Universidad de Navarra FOTO: Manuel Castells
ENTREVISTA

"El arte no se puede enseñar, pero sí se puede aprender. El maestro va dando claves, señalando caminos, invocando acciones. El discípulo acaba aprendiendo cuando está preparado para aprender lo que le enseñan". Así lo aseguró Alfredo Aracil, Premio Nacional de Música 2015 y compositor y guionista de Siempre/Todavía. Ópera sin voces, obra que se estrena en el Museo Universidad de Navarra el jueves 15 de octubre. La pieza se presentó el martes 13 de octubre en el auditorio del Museo a través del coloquio Somos Memoria. Alfredo Aracil estuvo acompañado por Alberto Corazón, Premio Nacional de Diseño 1989 y autor de los escritos e imágenes que componen la obra. El espectáculo combina las imágenes y el texto de Alberto Corazón con la música de Alfredo Aracil, interpretada en directo por el pianista Juan Carlos Garvayo. Esta creación surgió a partir de las anotaciones de Corazón en sus cuadernos de viaje durante su estancia en Damasco (Siria) en el año 2002. 

El arte -en todas sus disciplinas-, la belleza... es una parte importante de la educación básica que se debe inculcar desde los primeros niveles de educación. ¿Se puede educar en el arte? ¿Se puede enseñar a percibir la belleza?

ALBERTO CORAZÓN.- Naturalmente. En la apreciación de la belleza hay dos puntos, uno de conocimiento y otro que tiene que ver con ese don misterioso que tiene lo que es hermoso. El lado del conocimiento hay que trabajarlo y el otro hay que ejercerlo. Nada es espontáneo, todo es aprendido. Del mismo modo que en música vamos aficionándonos poco a poco y cada vez somos capaces de escuchar piezas más complejas, exactamente igual sucede con todo. Una de las cosas que me sorprende de los estudiantes de Diseño, en todas sus modalidades, es la poca atención que prestan a los museos, a las exposiciones. Me parece inconcebible.

ALFREDO ARACIL.- El arte no se puede enseñar, pero sí se puede aprender. El maestro va dando claves, indicios. No está enseñando nada concreto, sino que va abriendo ventanas, señalando caminos, haciendo sugerencias. Pero la apreciación del arte, de la emoción del arte, de la belleza o, sobre todo, de la creación artística, no se puede enseñar de una manera deliberada. Aunque sí que se puede hacer todo lo posible para que el discípulo aprenda. Señalando caminos, invocando determinadas emociones, expresando experiencias propias, el discípulo lo acaba aprendiendo. Lo que es muy curioso es que no siempre se aprende en ese momento. Uno aprende, pero solo cuando está preparado para aprender lo que le enseñan.

"Los libros y catálogos nunca sustituyen a la verdadera emoción de la conexión con la obra", Alberto Corazón

¿Es necesario entender una obra de arte para disfrutarla?

A.C.- No, no hay que entenderla. Una obra de arte no tiene explicación. Lo que sí tiene son referencias, y por eso el conocimiento es muy importante. Yo aprecio mucho mejor un cuadro de Caravaggio si sé a qué responde, en qué condiciones fue pintado, cuáles eran los problemas que tenían en ese momento...Por eso es muy importante el conocimiento. No hay una apreciación espontánea de la belleza, también debe ejercitarse.

A.A.- No es necesario. Cuanto más entiendas sobre la obra, más puedes disfrutar o más puedes sufrir con ella. Cuanto más sepas, más puedes percibir. Pero no es necesario. Para asistir a un concierto de música clásica o de música contemporánea como la nuestra, no es necesario entender nada para disfrutar, del mismo modo que no es necesario ser botánico para disfrutar de un paseo por un jardín. Podemos disfrutar de un concierto sin saber siquiera el nombre del compositor de la obra.

Para la mayoría de los universitarios, su primer contacto con el arte es a través de manuales, ensayos, escritos, muy académico, cuando, como muchos artistas sostienen, el arte tiene que ver con algo experiencial. ¿Cómo se puede explicar esta contraposición?

A.C.- La causa es la pereza. En las artes gráficas logran ya reproducciones buenísimas, de modo que nos estamos acotumbrando a conectar con una obra de arte a través de reproducciones: a través de catálogos o de libros de arte. Pero eso nunca sustituye a la verdadera emoción de la conexión con la obra. Mucha gente cree conocer muy bien la obra de Tàpies, por ejemplo, y ha visto muy pocos Tàpies reales. Pero ha visto muchos libros, revistas, reproducciones. Eso es pereza, y hay que combatirtla. Si no hay esfuerzo, no es fácil que haya nada.

A.A.- Lo que debe hacerse es combinar la contemplación de las obras de arte en museos, a través de diapositivas, de vídeos; cuando se trata de artes escénicas, con datos. Primero se debe mostrar y luego hablar de lo que estamos mostrando porque sino todo es pura teoría. Es importante que la enseñanza del arte vaya unida al encuentro con la obra de arte.

"Son los universitarios los que tienen que acercarse al arte, no el arte el que tiene que acercarse a los estudiantes", Alberto Corazón

¿Cómo debería acercarse entonces el arte a un universitario?

A.C.- Esa visión siempre me ha parecido muy populista. Son los universitarios los que tienen que acercarse al arte, no el arte el que tiene que acercarse a los estudiantes.

A.A.- Haciendo a los universitarios cada vez más cultos y más sensibles. No llevando el arte a ellos, llamando a la puerta y pidiendo perdón por molestar, sino todo lo contrario. Haciéndolos más cultos, más sensibles, mejor y más completamente educados, y entonces serán ellos los que vayan a salir al encuentro del arte y llamen a la puerta del museo para entrar.

¿Cómo piensan que ha de enseñarse en la universidad Arte y otras disciplinas como estética o creatividad?

A.C.- Ese sí que es un problema muy serio que tiene que ver con el modo académico que sigue imperando en las universidades. La transversalidad, la horizontalidad, cobra cada vez mayor protagonismo, y este espectáculo lo demuestra. De este modo, las conexiones entre facultades deberían ser una norma. Cuando a mí me pidieron en la Autónoma que hiciera un Programa de Estudios de Diseño, yo decía que no tenía que haber un aula o un edificio de Diseño, sino que los diseñadores tenían que estar un día en Derecho, otro en Económicas, otro en Sociología y otro en Bellas Artes. Pero, académicamente, esto es imposible. Este es un problema que debería discutirse. Lo transversal cada vez es más necesario, imprescindible.

A.A.-  Combinando información y contemplación. El arte debería formar parte de la cultura general de cualquier persona. De igual modo que un estudiante de Humanidades sabe unos conceptos básicos de matemáticas, un estudiante de Ciencias Físicas, por ejemplo, tendría que tener un conocimiento básico de filosofía, de cultura general y, por supuesto, de historia del arte. 

"El Museo de la Universidad es una baza impagable para completar la educación ya no solo de estudiantes, sino de cualquier persona", Alfredo Aracil

La Universidad apostó por la construcción de este museo y está promoviendo actividades  para que los universitarios se aproximen al arte. ¿Cree que la construcción de museos universitarios verdaderamente es una forma de acercar el arte a los estudiantes universitarios o de que estos se acerquen al arte?

A.C.- Hay que venir y vivir la obra en directo, ya sea una pintura, una escultura o una música. Cada vez dependemos más de los medios. Dependemos del disco, del DVD, de la reproducción gráfica, del libro, del catálogo, y eso es solo algo que te ayuda, pero no sustituye nunca lo que es la conexión con la verdadera obra.

A.A.- Un museo como este y actividades como las que hay en el teatro son realmente una baza impagable para completar la educación de cualquiera, ya no solo de estudiantes de historia del arte o de ciencias cercanas, sino de cualquier persona.

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