"¿Estamos los profesores preparados para cumplir la tarea de formar personas? La carrera académica prepara al profesor para investigar y dar clases, pero no para formar a los estudiantes". Con este interrogante el profesor José María Torralba introdujo la tesis de la IX Lección "Los fines de la educación", bajo el título “Crecer en la Universidad: de la cualificación profesional al cultivo del carácter", que tuvo lugar el pasado jueves 9 de noviembre.

El catedrático de Filosofía Moral y Política comenzó explicando cómo la enseñanza universitaria y la misión de formar personas requiere una implicación personal por parte del profesor para transmitir un saber. Para él, no se trata de cambiar el sistema universitario, sino de que la preparación para una profesión ayude a crecer como persona al estudiante. En definitiva, se trata de "crear un contexto educativo en el cual la persona pueda soñar en grande".

El objetivo de la universidad es formar personas no solo según lo que dicta el mercado, sino de acuerdo con las necesidades éticas y humanas de la sociedad. "A veces somos los profesores quienes no estamos convencidos de esto que los estudiantes ven tan claramente", añadió. "El valor de la educación universitaria se comprueba en la vida de los graduados y se manifiesta no sólo en lo que los estudiantes obtienen económicamente sino en quiénes llegan a ser".

Con este contexto, Torralba impartió la lección para profundizar en el significado de la profesión y la necesidad de despertar una vocación en los estudiantes, que es lo más importante para transmitir la pasión por lo que se aprende. "Para ser buen profesional no solo se requieren competencias técnicas sino también morales e intelectuales. Si estamos aquí para preparar profesionales debemos tratar de transmitir y ayudar a despertar una vocación en ellos, como misión en el mundo".

Citando a Karen Bohlin, se refirió también a cómo los profesores no son los responsables sobre qué tipo de personas se convierten sus estudiantes, "pero sí somos capaces de cultivar su imaginación moral". La imaginación es decisiva porque permite concebir otros mundos posibles. Es, en definitiva, la base de la esperanza. Utilizando el ejemplo de la semilla que crece, el profesor explicó que "florecer tiene que ver con un corazón que no se busca a sí mismo sino que se expande en tierra fértil. La educación encuentra su lugar en el gozo del asombro (...) Al igual que la gracia no se controla ni se ve, lo nuestro es sembrar. La semilla da fruto cuando quiere y la persona florece cuando descubre que aprender es un fin en sí mismo", concluyó.

A continuación, los asistentes tuvieron la oportunidad de dirigir al profesor una serie de preguntas acerca de la lectura. 

La lección "Los fines de la educación" es una conferencia anual del Instituto Core Curriculum que reúne a los profesores y estudiantes del Programa de Grandes Libros para hablar de distintos aspectos acerca de la educación en la universidad.