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María Garralda, estudiante de primero de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, puso en marcha este verano el Proyecto Madada. Se trata de una iniciativa que surgió con la idea de apadrinar en grupo a niños.

"En estos tiempos difíciles cuesta pedir a una sola persona que done 100 euros por lo que decidimos crear un sistema para apadrinar en grupo. Con ese dinero se cubrían los gastos escolares y de manutención de los pequeños", explica María. Una vez que las personas se ponen de acuerdo y realizan el ingreso en la cuenta del proyecto el dinero se envía a niños adivasi de la Escuela de Primaria de Nirmal. "Los adivasi son, dentro del sistema de castas, el nivel más bajo; muchos trabajan a cambio de escaso dinero en el campo o como mano de obra en la industria". 

¿Por qué surge Madada?

"Hace un año me planteé que para el verano que cumpliera 18 años quería hacer algo altruista. Por eso, decidí ir a la India y, con ayuda de un amigo jesuita, me puse en contacto una misión en el país".

Una vez allí, junto con otros españoles, decidieron que la mejor forma de ayudar era dar a conocer la labor de la misión. "Es entonces cuando surgió Madada. Una ONG que anima a la gente a apadrinar un niño entre varias personas de forma que resulte menos cuantioso".

De vuelta en España, sigue interesada en las labores de voluntariado y anima a los demás a hacer lo mismo. "No tiene explicación científica, pero no conozco a nadie que no se sienta bien y valore más todo cuando da de sí a los demás". Además, aquellos que estén interesados en apadrinar un niño a través de Madada pueden ponerse en contacto con ellos escribiendo a m_garralda@hotmail.com.