El arquitecto suizo Mario Botta, que ha recibido el Premio Carvajal por su trayectoria, ha celebrado que Frank Gehry haya obtenido Premio Príncipe de Asturias de las Artes, ya que ha considerado un gran mérito que lograra con el Guggenheim modificar "la geografía social" de Bilbao.

Botta ha resaltado el "cambio importante" que Gehry ha aportado a la arquitectura, pues con sus construcciones, especialmente el Guggenheim, "ha interpretado el museo como un acto social y político". "Cuando un arquitecto recibe un premio se demuestra que la sociedad reconoce la labor del gremio", ha afirmado, y ha considerado que se ha tratado de "un premio justo".

Mario Botta, de la escuela italiana y muy influido por Le Corbusier, ha hecho estas declaraciones después de recibir el Premio Carvajal a su trayectoria académica en la Universidad de Navarra, lo que ha considerado "un gran honor".

Botta ha comentado que la crisis económica, que afecta especialmente al sector de la construcción, es "territorio útil" para la reflexión desde las escuelas de arquitectura.

Ha señalado que las crisis "son parte del ciclo de la vida", y que las escuelas de arquitectura son importantes no tanto para encontrar las soluciones, sino para las reflexiones sobre problemas como la gestión, los recursos energéticos y el equilibrio ambiental.

Ha hecho también mención a la ciudad de Pamplona, uno "de los ejemplos más bellos" de ciudad europea, ya que conjuga "calidad de vida, historia, memoria e ideas" al tiempo que ha logrado mantenerse frente a la "homologación y banalización" arquitectónica que conlleva la globalización.

A su juicio, desde las escuelas se debe formar en la disciplina humanística, con "el hombre como centro", complementando la actividad "científica y técnica" con "la poética", ha concluido.