“Sed grandes gestores de la felicidad. La felicidad no es el sueño ingenuo de la vida, sino una manera de vivirla”. Así lo afirmó la profesora Ana María Fernández Vallejo en la lección magistral que impartió a los estudiantes de último curso del Grado en Gestión Aplicada, que se graduaron el sábado 3 de junio.

El acto académico estuvo presidido por Victoria Rodríguez, directora de la Escuela; Mª Carmen Erviti y Ana Belén Martínez, subdirectoras; Susana Aulestiarte, gerente; y Ana María Fernández, profesora y madrina de la promoción. 

Ante un Aula Magna repleta de familiares y amigos que acompañaban a los recién graduados, Ana María Fernández les recordó que vivimos en una época donde se da una “prodigiosa disrupción tecnológica” y les animó a ser, como decía el sociólogo Pinker, opti-realistas: “optimistas sin ingenuidades”. Asimismo, les aconsejó eliminar de su plan estratégico la mediocridad y el victimismo, la vulgaridad y la intolerancia. “En su lugar recurrid a la mesura de los clásicos, a la humildad de los cristianos”, dijo.

Tras su intervención, María Sagredo (delegada) y Pedro Carpena, en representación de los alumnos, ofrecieron unas palabras de agradecimiento y recordaron algunos de los momentos más especiales vividos a lo largo de los cuatro años de carrera. 

Victoria Rodríguez fue la encargada de clausurar el acto académico, tras la entrega de orlas y diplomas, no sin antes agradecer a las familias la confianza depositada en ISSA School of Applied Management para la formación de sus hijos. En su mensaje recordó a los recién graduados que ellos son los futuros agentes del cambio: “Sean líderes compasivos, empáticos y conscientes de su impacto en los demás, y no se asusten ante los fracasos, son oportunidades para aprender”.