Cientos de ciudadanos presenciaron hoy la performance urbana de Íñigo Manglano-Ovalle a su paso por las calles del Casco Viejo de Pamplona, hasta llegar a la Catedral, donde permanecerá expuesta. Con ella se inauguran las actividades del Museo de la Universidad de Navarra.

La instalación de Manglano-Ovalle, que consistía en una cúpula geodésica (una estructura semiesférica) de color blanco, tenía como objetivo integrar el arte en la vida cotidiana de la ciudad, con el fin de propiciar un clima de diálogo e interacción con la obra y con el artista. De este modo, numerosos ciudadanos se fotografiaron con ella y con los globos de estudio climático, grabaron vídeos con sus cámaras y teléfonos, y bailaron junto a los elementos de la instalación.

Íñigo Manglano-Ovalle y 20 alumnos colaboradores armaron la cúpula a primera hora de la mañana frente al Museo de Navarra, y posteriormente realizaron instalaciones efímeras en la Plaza del Ayuntamiento, el Paseo Sarasate y la Plaza del Castillo. Por último, se desplazaron a la cocina medieval del Museo Catedralicio, el lugar elegido por el artista para exponer la instalación. Este recinto presenta un diseño relacionado con el estudio del clima, tema recurrente en la obra de Manglano-Ovalle y en el que se ha basado esta exhibición de arte ambulante.

Asimismo, la armonía entre la arquitectura medieval y la obra de arte contemporáneo ha servido "para reflexionar sobre la vigencia y universalidad del arte cuando éste nace de una acción creativa seria, sincera y dirigida por un proceso de trabajo en el que el artista sólo ansía alcanzar los objetivos que le inspiran", indicaron los responsables del Museo de la Universidad de Navarra.

Por su parte, los alumnos participantes destacaron la oportunidad de haber colaborado con un artista de renombre internacional, y Manglano-Ovalle expresó su satisfacción por la buena acogida que han mostrado los ciudadanos.