Olfa Hamdi, candidata a la presidencia de Túnez: "Es el momento de mirar de nuevo al Mediterráneo como un espacio compartido"
La política y empresaria, fundadora del partido La Tercera República, participó en la Jornada Santo Tomás Moro, organizada por la Facultad de Filosofía y Letras, y en el Reto ICS 2024-25

FotoManuel Castells
/Olfa Hamdi, candidata a la presidencia de Túnez, en su visita a la Universidad de Navarra.
04 | 04 | 2025
Ingeniera, empresaria, emprendedora y candidata a la presidencia de Túnez con tan solo 36 años. Esta es la carta de presentación de Olfa Hamdi (Gafsa, 1988), en quien pervive el espíritu primigenio de la Revolución de la Dignidad, que en 2010 prendió en Túnez la mecha de la Primavera Árabe: el deseo incandescente de cambiar las cosas. Algunas lo han hecho o, al menos, han comenzado a hacerlo y, por eso, Hamdi, fundadora y presidenta del the Third Republic Party (el partido La Tercera República), prefiere hablar de “evolución” no de “revolución”. Así lo expresó en su visita a la Universidad de Navarra, donde participó en la Jornada Santo Tomás Moro, organizada por el grado de Filosofía, Política y Economía (PPE), de la Facultad de Filosofía y Letras, y en el Reto ICS 2024-25 ‘Orientalismo y occidentalismo: miradas cruzadas’, del Instituto Cultura y Sociedad (ICS).
Hamdi defendió que su generación está “comprometida a continuar la transición democrática”: “A pesar de haber desarrollado debates y reformas institucionales y constitucionales, es esencial alcanzar reformas económicas para crear un entorno que nos permita evolucionar. Por eso hablo de evolución, que implica la capacidad de continuar con el cambio utilizando las estructuras existentes y mejorándolas”. Con esta convicción, decidió fundar su partido, “una plataforma política dentro de las estructuras existentes” cuyos pilares son la democracia, la libertad económica y el estado de derecho.
Carrera electoral
En 2024 fue candidata a la presidencia de su país, hasta que el presidente Kais Saied aprobó una modificación de la ley electoral para establecer que solo podrían presentarse ciudadanos a partir de 40 años. Por este motivo, quedó fuera de la carrera electoral. “Cambiaron las reglas del juego para eliminar a ciertos sectores que les resultan incómodos. El desafío número uno es contar con estructuras independientes que nos permitan competir de manera justa en las elecciones”, reclama.
Ser mujer también ha sumado obstáculos en su camino. Hamdi denuncia presiones para que abandonase la política y lamenta que todavía hay un sector de la población que considera que cuando una mujer despunta en el escenario político, hay hombres detrás del telón: “Es como si no pudieran creer que una mujer tenga sus propias ideas ni sea buena escuchando a los demás”. Sin embargo, también apunta que “la participación de las mujeres en la política es significativa en Túnez”. Najla Bouden fue nombrada primera ministra en 2021 convirtiéndose en la primera jefa de gobierno en el mundo árabe, aunque acabó destituida dos años después. Desde el pasado 21 de marzo ocupa el cargo otra mujer, Sara Zaafarani.
Puente entre continentes
En su conferencia, titulada Túnez y el Mediterráneo: enfrentar desafíos y forjar un futuro compartido, Hamdi destacó que, ante todo, Túnez es “un país mediterráneo” y reivindicó su potencial como puente entre Europa y África: “Es el momento de mirar de nuevo al Mediterráneo como un espacio compartido. Ahora hay una gran oportunidad. Europa está atravesando muchos cambios y su liderazgo está tratando de reinventarse geopolíticamente”. Así, valoró que “sería positivo para Europa mirar a Túnez”. En esta línea, consideró clave reforzar o rediseñar alianzas, como el Acuerdo de Colaboración que estableció Túnez con la Unión Europea en 1995 y cuyos cambios, a su juicio, no han dado los frutos esperados: “Una alianza con Túnez crearía empleo y otorgaría una ventaja competitiva a las empresas europeas para ingresar en los mercados africanos. Además, reduciría la inmigración ilegal y uniría a nuestras comunidades”-
Precisamente sobre el drama migratorio, que se cobra a diario vidas en aguas mediterráneas, la presidenta de the Third Republic Party lamentó que “nuestro hermoso Mediterráneo se haya convertido en un cementerio humano. No debería ser así”. Y aseguró que “Túnez está comprometido con la protección de sus fronteras y con detener la inmigración ilegal. No queremos perder a nuestros jóvenes en el mar. Necesitamos darles una oportunidad para decidir y servir a su país, para que se queden”.
Por eso, afianzar y crear nuevos lazos entre los países mediterráneos es una de sus principales metas: “Portugal, España, Francia, Italia y Malta en el norte; y Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia en el sur, tenemos el potencial de producir más, exportar más y atraer más turismo. Y podríamos desbloquear ese potencial si trabajamos juntos de nuevo”.