Los retos de adoptar medidas de prevención contra el coronavirus en países de rentas bajas
Investigadores del NCID del Instituto Cultura y Sociedad y del Instituto de Estudios Fiscales analizan en un artículo la importancia de las medidas de prevención del COVID-19 en países en desarrollo
FOTO: Manuel Castells
Sin una vacuna disponible, los científicos recomiendan intervenciones sin fármacos –en concreto, lavarse las manos, mantener la distancia social y blindar a mayores y grupos de riesgo– como la única medida posible para contener la expansión del virus COVID-19 y disminuir su ratio de mortalidad. Estas medidas aplicadas de forma estricta parecen haber sido efectivas para frenar la expansión del virus en países como Corea del Sur y China.
Investigadores del Navarra Center for International Development del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra y del Institute for Fiscal Studies (Reino Unido) han publicado un artículo donde analizan la importancia de estas medidas en países de rentas bajas y las dificultades que estos pueden afrontar a la hora de adoptar estas medidas. Está firmado por el investigador junior Iván Kim y el investigador no residente Alex Armand, ambos del NCID, junto con Allison Andrew y Britta Augsburg.
Según el artículo, este tipo de medidas preventivas se vuelve especialmente importante en contextos de sistemas sanitarios frágiles –típicos de países con bajos ingresos. La sanidad puede verse rápidamente superada incluso si el virus se propaga solo en un pequeño número de casos.
Asimismo, los investigadores destacan que el éxito de estas intervenciones reside en su cumplimiento generalizado, algo que puede ser más difícil de conseguir en este tipo de países que en otras partes del mundo. De hecho, la mayoría de los ciudadanos de estos países pueden tener verdaderos problemas a la hora de adoptar estas medidas. Muchos de estos retos se deben a la pobreza y a la inseguridad económica que pueden provocar situaciones de hacinamiento en viviendas o de falta de agua corriente o lavabos.
Estas dificultades sugieren que la política de recomendar el lavado de manos, el distanciamiento y el blindaje a grupos de riesgo puede no ser efectiva ante el COVID-19. Para paliarlas, los expertos proponen acompañar las recomendaciones con ayudas para que los hogares las puedan cumplir.
Ofrecer ese apoyo es esencial para salvar vidas en países de rentas bajas. Además, esto supondría un beneficio a nivel global ya que se evitaría que el virus existiera en estos países de forma endémica y se reduciría la amenaza de su expansión –de nuevo– a nivel global.
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