Una mayor calidad global de macronutrientes está asociada con un menor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. Es la conclusión de una investigación que acaba de ser publicada en European Journal of Nutrition, revista Q1 del área de Nutrition & Dietetics. El estudio, llevado a cabo por la Dra. Paola Vanegas, forma parte de su Trabajo Fin de Máster como alumna del Máster Europeo en Alimentación, Nutrición y Metabolismo de la Facultad de Farmacia y Nutrición.

“El objetivo de mi trabajo, tutorizado por las profesoras Susana Santiago e Itziar Zazpe, fue evaluar la asociación entre un índice de calidad global de macronutrientes multidimensional y el riesgo de enfermedad cardiovascular dentro de la cohorte SUN (Seguimiento Universidad de Navarra)”, explica Vanegas. Para ello, realizó un análisis prospectivo en 18.418 adultos españoles que fueron seguidos durante más de 14 años.

“El índice dietético empleado para medir la calidad global de macronutrientes tenía en cuenta, por un lado, la calidad de hidratos de carbono, evaluada a través de la ingesta de fibra, el índice glucémico, la relación entre los hidratos de carbono de los cereales integrales/cereales totales y la relación entre hidratos sólidos / hidratos totales”, detalla. “Además, se valoró la calidad de grasa según el aporte de ácidos grasos monoinsaturados, poliinsaturados, trans y saturados, y la calidad de las proteínas, clasificadas como fuentes saludables  y no saludables”.

El principal hallazgo encontrado en esta investigación fue la asociación inversa y consistente entre la calidad global de los macronutrientes y la incidencia de enfermedad cardiovascular. “Los participantes con mayor puntuación en el índice global de macronutrientes en el momento de entrada en la cohorte mostraron un 40% menos de riesgo de sufrir un evento cardiovascular (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte cardiovascular) durante el seguimiento, que aquellos con menor puntuación en dicho índice”. Además, se concluyó que una mejor calidad de macronutrientes y una mayor adhesión a la dieta mediterránea o provegetariana también se asocia a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.

“Los resultados de la investigación me permiten, como licenciada en Medicina, orientar y dar a mis pacientes recomendaciones dietéticas sencillas que les ayuden a prevenir la aparición de estas enfermedades crónicas relacionadas. Esto tiene una relevancia especial en Latinoamérica, una zona donde constituyen una de las principales causas de muerte”, comenta Vanegas. “En 2019, por ejemplo, el 26,49% del total de las defunciones se debieron a las enfermedades cardiovasculares”.

→ Enlace a la publicación completa.