El Centro Humanismo Cívico para estudios sobre el carácter y la ética de las profesiones de la Universidad de Navarra ha elaborado la traducción española del documento marco Character Education in Universities. A Framework for Flourishing. Esta versión, presentada en el Instituto Cultura y Sociedad (ICS), ha sido posible gracias a la financiación de John Templeton Foundation y Fundación Ciudadanía y Valores.

El texto en inglés es una propuesta desarrollada por el Oxford Character Project de la Universidad de Oxford y el Jubilee Centre for Character and Virtues de la Universidad de Birmingham, ambos del Reino Unido. Se elaboró a partir de consultas a dirigentes universitarios de alto nivel y especialistas académicos en educación superior de campus del Reino Unido, EE. UU., Asia y Europa.

En el acto intervinieron como ponentes Tom Harrison, director adjunto del Jubilee Centre for Character and Virtues; Edward Brooks, director ejecutivo del Oxford Character Project; y Vianney Domingo, investigador del Centro Humanismo Cívico y traductor del texto al español. El director de dicho centro, José María Torralba, moderó la sesión.

La educación del carácter en las universidades. Un documento marco para el florecimiento está a disposición de las universidades de habla hispana de todo el mundo. Pretende ofrecerles ayuda para formular y diseñar su misión con el fin de promover el florecimiento de sus estudiantes, que incluye el desarrollo del carácter.

Capacitación del alumnado y sabiduría práctica

De acuerdo con Edward Brooks, el objetivo es “capacitar al alumnado y ponerle en el camino para adquirir hábitos y prácticas alineados con lo que quieren ser y con el tipo de mundo en el que quieren vivir”. Se trata, a su juicio, de desarrollar la sabiduría práctica o prudencia: “Es el sentido de qué hacer en distintas circunstancias, a qué virtud dar prioridad para hacer lo correcto de la manera adecuada en un contexto complejo y desafiante”. Para ello propone un enfoque discursivo y crítico, “dialógico más que didáctico”, y basado en las relaciones personales en el campus, entre los estudiantes y también con el profesorado.

Según ha explicado José María Torralba, “en el ámbito hispanohablante es poco frecuente considerar el desarrollo del carácter como una misión propia de las universidades”. No obstante, ha recordado que “toda preparación profesional -como médico, ingeniero o profesor- requiere el cultivo de una serie de virtudes, para su buen ejercicio. La pregunta es de qué modo se puede alcanzar ese objetivo”. El profesor ha detallado que este documento “ofrece una excelente guía para que universidades y profesores definan el modo más adecuado”.

Por su parte, Vianney Domingo ha añadido que este trabajo “quiere proporcionar coordenadas sobre cómo articular el deseo cada vez más explícito de muchas universidades de orientar a los estudiantes hacia direcciones que les ayuden a llevar vidas plenas (o florecientes)”, como ciudadanos, profesionales y seres humanos, “vidas que contribuyan significativamente al bien público y que proporcionen un auténtico sentido de propósito y significado”. Ha considerado que “es una propuesta necesaria para ayudar a las universidades a rediseñar su misión desde esta perspectiva, mostrando que no hay separación entre la formación técnica y la formación personal”.