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Organizada por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, el 30 de enero tuvo lugar en el edificio Amigos una conferencia de Francisco Pizarro.

Cuando trabajaba en la Universidad Autónoma de Madrid, se dio cuenta de que el grupo de investigación que más facturaba -4 millones de euros al año-  era el de antropología social; por encima de la cualquier otra ciencia o especialidad técnica. Hoy,  es el  Director de Desarrollo de Negocio de la Fundación Parque Científico y Tecnológico de Extremadura (FUNDECYT-PCTEX). Con su trabajo da a conocer  la importancia que actualmente tienen las humanidades, a pesar de parecer opacadas en el mundo de la empresa a causa de la  tecnología y el pragmatismo.

"Al contrario de lo que se suele pensar, el dinamismo y la globalización –dos de los fenómenos imperantes en el siglo XXI– han hecho que, a nivel corporativo, se piense menos en la productividad pura y más en el cliente", aseguró Pizarro. "La competitividad ahora se centra más en el entendimiento y menos en la técnica; hemos entrado en la Era de Conocimiento, donde lo verdaderamente importante son las personas".

El ponente continuó su tesis apoyándose en la necesidad de la comunicación que se tiene en las empresas. "Una novedad no logra convertirse en innovación si no penetra en la sociedad", continuó. Para el director de Desarrollo de FUNDECYT-PCTEX, "las humanidades (junto con la gestión) generan una visión holística que puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso. El gran reto de las humanidades no es tanto hacerse notar, sino conseguir la hibridación".

Francisco Pizarro transmitió su optimismo a los asistentes, y les animó a marcarse unos objetivos realizables, personal y profesionalmente. "Aunque parezca que la sociedad ha dado la espalda a todo lo que no sea tecnología, la verdad es que está cada vez más necesitada de personas que la comprendan en sí misma". Y para eso no están otros que los humanistas.