Abstract: Claudio Claudiano, siendo griego de Alejandría, aprendió el latín como segunda lengua y leyó muchos de los clásicos latinos antes de dedicarse a la poesía en Roma. En ese contexto, pudo haber leído a Ovidio en profundidad ya en Egipto y no sólo como autor obligatorio. Si el poeta continuó leyendo a Ovidio durante sus años de mayor producción literaria es cuestión abierta