Resumen:
Con el propósito de facilitar el acompañamiento del proceso de maduración personal del seminarista durante su periodo de formación, se realiza una clarificación psicológica del constructo «madurez personal», desde el punto de vista de la Psicología Integrada. Mediante el análisis vivencial del fenómeno se esclarece el concepto de madurez, se concretan los requisitos previos de individuación necesarios para su desarrollo, y se describen los comportamientos y actitudes que caracterizan las diferentes formas de madurez personal. Se define la madurez psicológica como la forma de funcionamiento psíquico ¿habitual y estable¿, basada en valores y motivaciones egotrascendentes de autonomía responsable, autosuficiencia solidaria e independencia interdependiente. Finalmente, se destaca la importancia que para la configuración de la madurez personal ¿y especialmente para el seminarista¿, tienen la madurez caracterial y la madurez espiritual.