"Las ciudades no necesitan crecer más"
Vittorio Magnago, en el Congreso Internacional de Arquitectura de la Universidad de Navarra
La Universidad de Navarra clausura esta semana el Congreso Internacional de Arquitectura "Los años 50: la arquitectura española y su compromiso con la historia". En las ponencias participó el arquitecto italiano Vittorio Magnago Lampugnani, profesor del ETH de la Universidad Politécnica de Zürich.
En su exposición, Magnago definió así su planteamiento ante la arquitectura actual: "Soy contrario a la expansión de las ciudades por la periferia: perjudica a los núcleos, que se vacían porque la gente se marcha a estos ensanches. Las ciudades no necesitan crecer más porque se están vaciando edificios que podrían ser reutilizados, y así se pierde material y se malgastan dinero y medios. Digamos que las ciudades crecen a la vez que se vacían sus centros. Por eso debemos reutilizar lo que ya hay en lugar de seguir construyendo irresponsablemente".
El arquitecto italiano continuó: "Por ejemplo, en Berlín ya se está produciendo el fenómeno contrario: la gente que un día se fue a las afueras está regresando a los núcleos urbanos. Y la arquitectura actual debe apostar por esto. Para ello, hay que abogar por la construcción en manzanas cuadradas, en las que se pueda aprovechar el interior para otros espacios".
Simplicidad frente a 'bombardeo'Magnago también comentó que sería "absolutamente imposible definir con precisión la nueva arquitectura. Desde 1700 ha habido muchos estilos y es imposible unificarlos porque conviven. Pero yo apuesto por la simplicidad frente al bombardeo de estímulos e información al que estamos expuestos en la sociedad actual. Creo que la arquitectura moderna debe proporcionar espacios tranquilos, aptos para la reflexión y contrapuestos a esta agitación social".
"Ahora -prosiguió- se tiende a un vivienda que crea espacios comunes, de tal manera que, sin obligar a la gente, fomenta las relaciones sociales en estos espacios, aunque cada persona disfrute también de su individualidad. La arquitectura actual debe favorecer estos modelos de colectividad".
Respecto al papel actual de la arquitectura española, Magnago explicó que "tradicionalmente, esta arquitectura ha delimitado un corte neto entre el campo y la ciudad, en el que la ciudad es algo inhóspito. Pero ahora la arquitectura española pasa por un buen momento, tras la explosión de estilos de los años setenta. Aquel fue un periodo entusiasta del que han salido profesionales de gran renombre, aunque esto entraña el riesgo de que llegue a convertirse en manierismo, de que se cree un estilo español que perjudique el futuro de la arquitectura española".
También comentó que, a su juicio, "lo más desastroso a la hora de afrontar un proyecto es comenzar al revés, tener una forma subjetiva en la cabeza y encajar dentro de ella el edificio cómo sea. Es mejor estudiar las funciones de una construcción y luego pensar cómo será. Por eso, enamorarse de una forma es un peligro".
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