“Sois la generación que puede cambiar el mundo a través de la felicidad plena”. Así lo afirmó en la Universidad de Navarra Arthur Brooks, profesor del Harvard Business School, en la conferencia inaugural del “Congreso Forun” organizado por estudiantes del centro académico. En la sesión estuvieron presentes unos 500 alumnos y profesionales.

Durante la conferencia, titulada “Liderazgo y felicidad”, Brooks habló sobre las claves para alcanzar la felicidad personal en la vida ordinaria. El profesor destacó que la felicidad es la combinación de tres cosas: disfrute, satisfacción y sentido. Las personas felices son aquellas que “disfrutan de la vida, están satisfechos con sus logros y entienden el sentido de sus vidas”. Para alcanzar estos tres objetivos, afirmó, hay que trabajar y cuidar los cuatro pilares de la vida: espiritualidad, familia, amigos y trabajo.

Arthur Brooks expuso que es necesario tener una filosofía de vida o espiritualidad que despegue a las personas de lo puramente material y que permita dedicarles tiempo a asuntos metafísicos. “La fe es lo que nos da un propósito en la vida”, aseguró. Al hablar de la familia, dejó claro que no hay nada que sea tan importante que se interponga en la relación con algún familiar. “Hay que dejar de lado el orgullo y las diferencias porque si no, estás renunciando a muchas cosas”, dijo.

Felicidad y sufrimiento

Con respecto a los amigos, el ponente diferenció entre los amigos de trabajo y los “amigos reales”. Con el desarrollo de la carrera profesional, explicó, los amigos son “quienes resultan útiles en los distintos aspectos de la vida”.  Mientras que los amigos reales “no son útiles, pero son los más valiosos”. Por eso, según Brooks, es importante distinguirlos para no mantener solo las amistades laborales, sino también las gratuitas. Finalmente, el profesor resaltó que los trabajos tienen dos características: la creación de valor y el servicio a la comunidad, dejando a un lado el interés propio.

Por último, el ponente abordó el tema del sufrimiento en relación a la confusión que las personas tienen sobre la felicidad y el puro disfrute. Brooks quiso aclarar que para alcanzar la felicidad no hay que tratar de evitar el sufrimiento, sino que es necesario también que las personas aprendan a lidiar con él: “Uno encuentra su propósito sólo cuando sufre”.