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Del flechazo por lo molecular a la lucha contra el cáncer

PROTAGONISTAS

12 | 11 | 2025

PhotoManuel Castells

"Al final, todo lo que investigamos, es por y para el paciente". Gabriela Novoa Jaso investiga como tema para su tesis doctoral el adenocarcinoma pancreático, un tipo de cáncer de páncreas muy común, pero a su vez, de lo más letal. En el laboratorio busca mejorar las terapias dirigidas empleando CRISPR-Cas9 para identificar, en modelos in vivo, genes que aumentan la sensibilidad de los tumores al tratamiento. ¿El objetivo? Tratar a la persona de la forma menos agresiva posible y, por supuesto, curar el cáncer.

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Gabriela está en su tercer año de tesis. Estudió Bioquímica y ahora investiga en terapias contra el cáncer.

Gabriela Novoa llegó a Pamplona desde Colombia (Bogotá), cuando era apenas una niña. Hoy, años después, investiga en el Cima. Su camino, que empezó casi por casualidad, refleja la pasión de quienes encuentran en la ciencia una forma de ayudar a las personas.

Amor por lo pequeñito

A los dieciocho años, momento en el que uno debe elegir carrera universitaria, Gabriela disfrutaba de las clases de matemáticas, física y biología en el colegio Miravalles de Pamplona. Por eso se decantó inicialmente por estudiar Medicina. "Hice el examen previo y me quedé en lista de espera", recuerda. Su hermana, María Fernanda, ahora profesora en la Facultad de Comunicación, le transmitió las maravillas de estudiar en la Universidadser. "Reconozco que nunca tuve un plan B", confiesa. "La Universidad de Navarra o nada".

Finalmente, Gabriela optó por estudiar Bioquímica. Aún recuerda con cariño su primera clase de Biología Celular con la profesora María Elena Bodegas. Aquella sesión la encandiló. "Fue mi primer flechazo por lo molecular, por lo pequeñito", confiesa sonriente. El germen de su vocación investigadora llegó, sin embargo, más tarde. Fue en tercero de carrera, gracias al Research Training Program, que permite a los estudiantes adelantar el TFG y dedicar un año y medio a la investigación en un laboratorio real. La asignación de proyectos se decidía por nota: según la posición del estudiante en el ranking, éste escogía al investigador con el que quería trabajar o el proyecto que le resultase más interesante. Cuando le tocó el turno de elegir a Gabriela, la penúltima de la lista, restaban pocas opciones. "Te puedes imaginar: todos mis proyectos favoritos ya habían sido elegidos…".

El germen de su vocación investigadora le llegó gracias al Research Training Program, que permite a los estudiantes adelantar el TFG y dedicar un año y medio a la investigación en un laboratorio real.

Habló entonces con la coordinadora del proyecto, Ana Rouzaut, quien le aconsejó que se uniera al grupo del Dr. Silve Vicent, su actual director de tesis. "Me presentó el proyecto y también al doctorando al que iba a ayudar en su investigación. También conocí al magnífico equipo de trabajo. Esa fue mi primera toma de contacto con un laboratorio. Me encantó la experiencia y me motivó a colaborar y aprender más", asegura. Aquella experiencia terminó de convencerla: su futuro pasaba por la investigación.

A punto de terminar su etapa como estudiante, acudió al Dr. Vicent, que había supervisado su TFG y su trabajo de fin de Máster, y le transmitió su inquietud por seguir investigando: deseaba saber qué pasos dar a continuación. “Aquí siempre tendrás un sitio. Si quieres hacer la tesis conmigo, adelante”, le respondió él.

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En el laboratorio, Gabriela Novoa trabaja con CRISPR-Cas9, un tipo de tecnología puntera que permite hacer modificaciones genéticas en el ADN para terapias dirigidas.

Gabriela habla de su mentor como una persona paciente, alguien que le dedica generoso su tiempo. Para ella representa, en todos los sentidos, una figura que conoce bien la materia y que la ayuda a pensar. Ambos afrontan resilientes los resultados negativos, cuando se dan, y buscan nuevas rutas de actuación

Investigación en terapias dirigidas contra el cáncer

El proceso de experimentación implica un procedimiento largo y pausado. De acierto y error, de repetir e insistir, pero no abandonar. Así trabaja Gabriela en su tema de tesis, con paciencia y disciplina.

Ella explica que el tratamiento actual del cáncer de páncreas suele ser paliativo. Dependiendo del estadio, se aplica quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia, aunque con resultados modestos. Gabriela investiga nuevas estrategias para mejorar la eficacia de las terapias dirigidas contra el cáncer. Para ello utiliza una herramienta basada en la tecnología CRISPR-Cas9, que permite editar el ADN de forma muy precisa. Mediante este sistema, silencia miles de genes distintos en modelos de cáncer de páncreas en ratón con el fin de identificar cuáles de ellos hacen que los tumores sean más sensibles a determinados tratamientos.

En su trabajo, emplea lo que denomina una "librería genética": un conjunto de células tumorales modificadas, cada una con un gen diferente inactivado. "El CRISPR funciona como un bisturí molecular —explica—. Si le das una guía, busca la secuencia exacta de ADN que coincide con ella, la corta y provoca lo que llamamos un knockout, es decir, el silenciamiento del gen". Gracias a esta estrategia, se puede detectar qué genes, al ser eliminados, hacen que las células respondan mejor a las terapias dirigidas, abriendo la puerta a nuevas combinaciones de tratamiento más eficaces.

Flamenco y agujas

Fuera del laboratorio, Gabriela taconea. Lleva ya un año yendo a clases de baile y cuenta enamorada que, poco a poco, va mejorando sus pasos en las sevillanas y el flamenco. Ha probado también a bailar con mantón y tiene las castañuelas como tarea pendiente. "Bailar es un arte que lleva tiempo".

"Lo importante no es llegar rápido, sino llegar a donde de verdad quieres estar. Explorar nunca es tiempo perdido"

Explorar lo desconocido no le asusta. Estudió chino hasta que el doctorado le robó todas las horas del día. Ahora prefiere actividades más compatibles con su agenda: el crochet, por ejemplo. "Una compañera nos invitó a varios doctorandos a tejer. Mi abuela me enseñó de pequeña, así que retomé el hobby". Las agujas y el hilo le devuelven la calma después de las pipetas y el microscopio.

Todavía le queda mucho camino por recorrer, pero su consejo es claro: "Si tienes las ganas, adelante. Lo importante no es llegar rápido, sino llegar a donde de verdad quieres estar". Y añade: "Explorar nunca es tiempo perdido".