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Casa de los Mencos de Tafalla

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Introducción

La llegada de los Mencos a Tafalla se produjo en torno a 1420, cuando don Martín de Mencos y Ollauri se asentó en la ciudad, en una casa ubicada cerca de la iglesia de Santa María. Fue en el último cuarto del siglo XVI, hacia 1580, cuando los Mencos comenzaron la construcción de una nueva casa en unos terrenos comprados extramuros de la ciudad, cerca de la puerta de Olite de las murallas de Tafalla y junto al Camino Real. El edificio se levantó sobre una pequeña colina, en unos terrenos en ligera pendiente.

La casa se mantuvo como residencia principal de los Mencos a lo largo de dos siglos, desde el momento de su construcción hasta 1770, cuando la familia se trasladó a Pamplona. Este edificio fue testigo del ascenso social de sus propietarios: así, en 1651, Felipe IV les concedió el cargo de justicia y alcaides perpetuos de los Reales Alcázares de Tafalla; en 1696, don José Sebastián Mencos y Ayanz de Navarra (1678-1750) contrajo matrimonio con doña Basilia Ayanz de Navarra Arbizu Lodosa (1682-1757), condesa de Guendulain y baronesa de Bigüezal, quedando estos títulos ligados al apellido Mencos; y finalmente, en 1770, don Joaquín José Mencos y Areyzaga (1748-1817) contrajo matrimonio con Magdalena de Eslava y Eslava (1746-1819), marquesa de la Real Defensa y condesa del Fresno de la Fuente, lo que supuso el traslado de la familia a Pamplona, al conocido como palacio de Guendulain, construido por los marqueses de la Real Defensa, y la conversión de la casa de Tafalla en residencia secundaria.

La recuperación y restauración de la casa como residencia de los Mencos se produjo durante los años cuarenta del siglo XX, de la mano de don Tiburcio Mencos y Bernaldo de Quirós (1891-1969), marqués de la Real Defensa, que devolvió a la casa su esplendor original, labor que ha continuado su hijo, Joaquín Ignacio Mencos y Doussinague (1944).

A lo largo de su historia, la casa ha sufrido diversos avatares que fueron conformando su fisionomía actual. Entre 1810 y 1813, durante la guerra de Independencia, fue ocupada por las tropas francesas al mando del mariscal Moncey, siendo incendiada en 1813 por orden del guerrillero Francisco de Espoz y Mina para que no sirviese de bastión defensivo al enemigo, quedando tan solo en pie las paredes exteriores y la torre adosada a la fachada. Finalizada la casa, fue reconstruida a partir de 1816 por iniciativa del conde de Guendulain, don Joaquín José Mencos y Areyzaga (1748-1817), y de su hijo, Joaquín María Mencos y Eslava (1771-1852), quien solicitó planos para ello al arquitecto madrileño Pedro Nolasco Ventura. Durante la I Guerra Carlista (1833-1839) fue cuartel general de las tropas cristinas, partidarias de Isabel II. En 1875, en el contexto de la III Guerra Carlista (1873-1876), se convirtió en hospital de la Humanitaria Sociedad de Socorro a los Heridos, antecedente de la Cruz Roja, el primero que tuvo esta institución en España. Finalmente, durante la Guerra Civil española (1936-1939), fue escuela de suboficiales y cuartel de la Guardia Civil.

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aula_abierta_itinerarios_34_bibliografia

GARCÍA GAINZA, M.ª C. et al., Catálogo Monumental de Navarra. Tomo III. Merindad de Olite, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1985.

GONZÁLEZ VARAS, I., Palacios y casas señoriales de España: un recorrido a través de su historia y de sus propietarios, Madrid, Turner, 2018.

MENCOS ARRAIZA, J. I., Estudio genealógico y heráldico de la Casa de los Mencos de Tafalla, Tafalla, Fundación Mencos, 2020.

MIGUÉLIZ VALCARLOS, I., “Nuestra Señora de la Soledad”, “Cristo de Santa Teresa”, “Inmaculada Concepción” y “Virgen del Carmen”, en GARCÍA GAINZA, M.ª C. y FERNÁNDEZ GRACIA, R. (coords.), Juan de Goyeneche y el triunfo de los navarros en la monarquía hispánica del siglo XVIII, Madrid-Pamplona, Fundación Caja Navarra, 2005.