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La pieza del mes de septiembre de 2021

AZAFATES DEL HOSPITAL DE PAMPLONA REALIZADOS POR PEDRO ANTONIO SASA EN 1798

Ignacio Miguéliz Valcarlos
Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro
Universidad de Navarra

 

Recientemente se han incorporado a la colección del Museo de Navarra unas piezas con un significado especial para esta institución, ya que enlazan la colección con el uso primitivo para el que fue creado el edificio, Hospital General de Nuestra Señora de la Misericordia de Pamplona. Efectivamente, fue en la primera mitad del siglo XVI cuando don Ramiro de Goñi, arcediano de la Tabla de la Catedral de Pamplona, hizo una donación de parte de sus bienes para la construcción de un hospital que, al hilo de lo que estaban haciendo otras ciudades, unificase los existentes en Pamplona. Dicho hospital quedó bajo patronato del ayuntamiento de Pamplona y estuvo abierto hasta el año de 1932, en que pasó a incorporarse al nuevo Hospital de Navarra, que se comenzó a construir en 1906 gracias al mecenazgo de doña Concepción Benítez. Como patrono del Hospital, el Ayuntamiento se encargó de su gestión y mantenimiento, y es en este contexto que hay que incluir la ejecución de cuatro azafates o bandejas de plata, realizados en 1798 por el platero Pedro Antonio de Sasa con las armas heráldicas de la ciudad. Tras la incorporación al Hospital de Navarra, estas obras pasaron al nuevo edificio, donde eran usadas por la congregación religiosa que atendía a los enfermos, siendo entregadas por las últimas religiosas a la dirección del Hospital tras su marcha en 2020, que a su vez las depositó para su conservación en el Museo de Navarra. De esta forma, casi 225 años después, estas cuatro bandejas regresan al edifico al que fueron destinadas, aunque en esta ocasión, con una función distinta.

Azafate (CE002835). Pedro Antonio de Sasa. 1798. Colección Museo de Navarra (Pamplona). Fotografía: José Luis Larrión.

Los cuatro azafates siguen un mismo esquema compositivo, de perfil ovalado y orilla recta, de borde compuesto por una doble cenefa, la exterior ondulada y la interior mixtilínea, articulada por un filete romboidal formado por una cinta troquelada, imitando una cadeneta, que se entrecruza con una guirnalda vegetal, y que inscriben en su interior cuerpos triangulares. Esta cenefa muestra idéntica disposición que la que figura en la orilla del azafate dibujado por Francisco Iturralde en 1792 como pieza de examen para obtener el título de maestro platero. Sigue el campo, cóncavo liso, y el emblema, convexo y con botón central ovalado, enmarcado por una moldura convexa de varillas atadas entre sí, rodeada por una cenefa de gallones estriados en abanico. Ocupa la superficie del emblema una escena naturalista y simbólica, un león pasante timbrado por corona, armas heráldicas de Pamplona, situado en un paisaje vegetal, con sendos árboles dispuestos en los laterales. En el reverso, enmarcando la corona, se dispone la inscripción, en letras capitales, “ES DE EL OSPL GENL DE LA CIVDAD DE PAMPA”. Como ya hemos dicho, la única diferencia que vemos entre estas cuatro obras se aprecia en la ejecución del paisaje, el león y la corona, que aunque siguen el mismo tratamiento plástico, disposición y número de elementos en los cuatro azafates, cambian en cuanto a su elaboración.

Azafate (CE002837). Pedro Antonio de Sasa. 1798. Colección Museo de Navarra (Pamplona). Fotografía: José Luis Larrión.

Las cuatro bandejas presentan la triple marca preceptiva en Pamplona en estos momentos: localidad, autor y fecha. La primera, una doble P coronada, corresponde a la capital navarra, siendo la tercera de las variantes utilizadas a lo largo del setecientos; la segunda, 98, alude al año de ejecución de las piezas, 1798; y la tercera, SASA, es el punzón de autoría, perteneciente al platero pamplonés Pedro Antonio de Sasa (1745-1831). Este artífice fue miembro de una dinastía de maestros que dominó el panorama de la platería en Pamplona a lo largo del siglo XIX. Hijo del platero Gregorio de Sasa, natural de Barasoain pero residente en Logroño, se formó en Pamplona con José de Yabar, primero durante seis años como aprendiz, y posteriormente otros cuatro años como oficial. Obtuvo el título de platero en 1775, para lo cual presentó el dibujo de un azafate, siendo las otras dos piezas que se le dieron a elegir un jarro a la francesa y una palangana. En 1772 se casó con Victoria Planillo, sobrina de la mujer de su maestro, Joaquina Redín, a quien habían proahijado, dado que ellos no tuvieron hijos. El nuevo matrimonio se estableció junto a Yabar, encargándose de su tienda y clientela, una de las más prestigiosas del momento en la ciudad, heredándolo todo a su muerte en 1777, lo cual le colocó en una posición inmejorable para afrontar el ochocientos. En 1796, el ayuntamiento de Pamplona lo eligió, junto a Francisco Iturralde y con un salario de veinticinco ducados, para acompañar al platero Manuel de Montalbo en su cargo de marcador, para lo cual se le dio en custodia una de las tres llaves del arca donde se guardaba el sello de la ciudad y los instrumentos para marcar la plata. Hijo de Pedro Antonio fue Vicente Sasa, también platero, que creemos se habría formado junto a su padre y que obtuvo el título de maestro en 1807, eligiendo como pieza de examen un azafate con decoración de motivos vegetales.

Azafate (CE002835). Reverso. Pedro Antonio de Sasa. 1798. Colección Museo de Navarra (Pamplona). Fotografía: José Luis Larrión.

No fueron las bandejas aquí estudiadas las únicas piezas de este tipo que labró Pedro Antonio de Sasa. Como ya hemos dicho, en su examen para maestro platero en 1775, realizó un azafate, cuyo dibujo se conserva en el Libro de dibujos antiguos de los plateros de Pamplona, en el que se recogen los dibujos realizados como prueba de examen por los aspirantes a platero de Pamplona. Presenta perfil ovalado mixtilíneo, con orilla convexa y campo cóncavo, ambos desestructurados gracias a la abigarrada decoración de ces contrapuestas y enfrentadas, guirnaldas vegetales y rocallas en abanico que los cubren, y que enmarcan el botón central donde se inserta una escena historiada de un caballero alanceando un león. Obra de este platero es también un azafate de la iglesia de San Nicolás de Pamplona labrado en 1797, un año antes que las piezas que realizó para el Hospital. En él se representa el martirio de san Nicolás, y curiosamente sigue la misma articulación que los aquí estudiados, aunque con un tratamiento decorativo diferente, y también tiene en el reverso una inscripción de propiedad dispuesta de manera semejante a las que figuran en las piezas del Hospital.

Azafate (CE002835). Marcas. Pedro Antonio de Sasa. 1798. Colección Museo de Navarra (Pamplona). Fotografía: Ignacio Miguéliz.

El azafate es una tipología plenamente de moda en la Pamplona del setecientos, como lo demuestra su inclusión entre las obras a elegir por los aspirantes a obtener el grado de maestro platero en las Ordenanzas de 1743: “Un azafate prolongado labrado en follaje y flores, en medio una historia de medio relieve, de peso de veinte y seis onzas, poco más o menos”. De hecho, se trata de la tipología con mayor representación en el Libro de dibujos antiguos de los plateros de Pamplona, ya que fue elegida en diecinueve ocasiones. Gracias a ello se puede ver la evolución que experimentó a lo largo del setecientos en cuanto a la decoración del emblema, que pasó de los elementos vegetales en la primera mitad, a la representación de historias en la segunda; mientras, en lo estructural mantuvieron la misma forma a lo largo de la centuria, con perfil ovalado prolongado, orilla recta, campo cóncavo, en ocasiones con estos dos cuerpos unidos, y emblema con decoración. Son varias las obras de este tipo que han llegado hasta nuestros días, tanto en instituciones civiles y religiosas como en colecciones particulares. A las primeras corresponden dos azafates conservados en el Museo de Navarra, labrados por Lorenzo Laoz y José Ochoa respectivamente, a los que se vienen a sumar los cuatro aquí estudiados.


FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

ARRÚE UGARTE, B., La platería logroñesa, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1981.

GARCÍA GAINZA, M.ª C., Dibujos antiguos de los plateros de Pamplona, Pamplona, Universidad de Navarra, 1991.

GARCÍA GAINZA, Mª. C. et al., Catálogo Monumental de Navarra. Merindad de Pamplona. Tomo V***, Pamplona, Gobierno de Navarra - Arzobispado de Pamplona - Universidad de Navarra, 1998.

MIGUÉLIZ VALCARLOS, I., “Azafate de plata de José de Yabar”, en Aula Abierta, página Web de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, febrero 2008.

MIGUÉLIZ VALCARLOS, I., “Azafates pamploneses de la segunda mitad del siglo XVIII”, en Príncipe de Viana, nº 244, Pamplona, 2008, pp. 339-376.

MORALES SOLCHAGA, E., Gremios artísticos en Pamplona durante los siglos del Barroco, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2015.

ORBE SIVATTE, M., Platería en el taller de Pamplona en los siglos del Barroco, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2008.