Reportaje_Tombola_Solidaria

Los 4 estudiantes de Arquitectura que transformaron la Tómbola solidaria de Pamplona

REPORTAJE

01 | 07 | 2021

Escuela de Arquitectura

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FotoManuel Castells

La pamplonesa Carlota Esquíroz, los bilbaínos Pablo Elosua, y Patricia Rey-Baltar y el andorrano Marc Ribert idearon en 2019 su remodelación

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De izquierda a derecha, Marc Ribert Arqués; Carlota Esquíroz González; Pablo Elosua Baranda; Patricia Rey-Baltar.

La pamplonesa Carlota Esquíroz, junto con los bilbaínos Pablo Elosua y Patricia Rey-Baltar y el andorrano Marc Ribert, ganaron en 2019 el concurso de ideas para remodelar la Tómbola de Cáritas en Pamplona con motivo de su 75 aniversario. Para ellos fue su primer proyecto “real”, que quedó paralizado a causa de la pandemia en 2020 y que este 2021 se ha podido materializar en el Paseo Sarasate de la capital navarra, donde permanecerá abierto hasta el próximo 4 de julio.

Tal y como recuerda Carlota -quien junto con sus tres compañeros acaba de defender su Trabajo Final del Máster Universitario en Arquitectura de la Universidad de Navarra en Madrid-, el proyecto de la Tómbola fue una primera aproximación a la vida profesional: “una idea que traspasó el papel para convertirse en realidad. Y que nos permitió, a través del trabajo en equipo, ahondar también en la responsabilidad social”. “Tuvimos que ceder, escuchar, defender nuestras propuestas y aprender de los demás. Nos ayudó a madurar como arquitectos”.

La noticia de su inauguración le pilló en Madrid. “Me dio mucha pena no verla en vivo, pero estaba muy contenta de que nuestro diseño del nuevo edificio sirviera para que Cáritas se haya podido adaptar y abrir este año, con lo que esto supone para muchas personas en situación de vulnerabilidad, a quienes apoya tanto este proyecto”, añade Carlota, que espera ver el montaje en vivo en 2022.

"El proyecto nos permitió, a través del trabajo en equipo, ahondar también en la responsabilidad social"

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Proyecto de la Tómbola de Cáritas de Pamplona

Un concurso muy especial de la asignatura “Proyectos”

Otra de las autoras del proyecto, la bilbaína Patricia Rey-Baltar, rememora cómo la Tómbola llegó a clase como un ejercicio más de la asignatura de Proyectos, de 4º de carrera, de la mano del profesor del departamento de Construcción, Instalaciones y Estructuras de la Escuela, José Antonio Sacristán. Todos la vieron como una oportunidad especial: “En primer lugar porque iba a ser un concurso entre todos nosotros que se iba a construir después. En su transcurso tuvimos la oportunidad de hablar con sus impulsores, los responsables de Cáritas, para saber qué buscaban con el nuevo proyecto”. “De hecho, Carlota (Esquíroz) y yo, disfrutamos mucho el proceso de pensarlo y dibujarlo, buscando facilita el trabajo de las personas que lo integran al máximo”.

“Es impresionante ver que, aquello que empezamos y diseñamos, esté construido hoy y se utilice en los próximo años. Ha sido una experiencia increíble y una oportunidad muy buena para aprender y acercarnos al mundo fuera de las paredes de la Escuela. Para mí, es una pasada terminar la carrera con algo propio construido”, finaliza la ya arquitecta vizcaína.


Pablo Elosua: "La Tómbola supuso ese primer contacto con el mundo profesional"

Un proyecto hecho con, por y para las personas

Pablo Elosua comparte la idea de que la Tómbola supuso ese primer contacto con el mundo profesional, “que dista en muchos aspectos de la realidad teórica de la mayoría de las propuestas que desarrollamos durante la carrera. También el hecho de que prestamos un servicio a Cáritas Pamplona: algo inalcanzable siendo estudiantes si no hubiéramos participado en esta experiencia”.

El andorrano Marc Ribert añade que su abuelo fue, durante muchos años, presidente de Cáritas Andorrana. “Por eso, pese a no ser pamplonica, me tomé el proyecto de la Tómbola como algo muy personal. Descubrí una de tantas razones por las que le admiro y me sentí especialmente cerca de él. A través de Cáritas, a través de la Tómbola; en definitiva: a través de un proyecto hecho con, por y para las personas”. “Realizamos nuestra propuesta con todo el amor y la ilusión, y verlo hecho realidad en el Paseo Sarasate nos llena de orgullo”, culmina el graduado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra.