“En mi búsqueda por obtener un máster en arquitectura, el Máster de Teoría y Diseño Arquitectónico de la Universidad de Navarra siempre estuvo entre mis principales opciones. Esto se debe a que su claustro cuenta con una gran variedad de profesores que han sido parte de las más prestigiosas escuelas de arquitectura del mundo, y han sido reconocidos por su notable trayectoria en la práctica e investigación en la disciplina.

La alumna Amanda Megson junto a los proyectos que realizaron los estudiantes del MtDA en el taller con Wilfried Wang y que se muestran en el vestíbulo de la Escuela.

Al revisar el grupo de docentes y el programa propuesto por el Máster, Wilfried Wang fue uno de los que más atrajo mi atención debido a sus antecedentes académicos, su amplia experiencia como docente en prestigiosos escenarios universitarios, su autoría de numerosos textos de arquitectura y a su práctica profesional por su oficina en Berlín junto a Barbara Hoidn.

Al iniciar el primer trimestre del programa, mis compañeros y yo tuvimos el honor de recibir clases con Wilfried junto a la ayudante Alicia F. Barranco. Considero que uno de los mayores privilegios fue tener un trato directo y de mucha confianza con él durante conferencias magistrales, tutorías y críticas de proyecto dictadas por él.

En el Taller Integrado de Proyectos Arquitectónicos de Wilfred fuimos parte de una experiencia excepcional, al darnos la oportunidad de diseñar un proyecto arquitectónico en cualquier parte del mundo. Una condición fundamental de su curso fue la de crear una arquitectura sin petróleo. Consecuentemente, esto implicó que teníamos el reto de buscar sistemas y materiales de construcción de procedencia local.

Asimismo, durante sus conferencias nos hablaba acerca de la relevancia de cómo la arquitectura puede tener un material de construcción base y cómo nosotros podríamos ampliar los límites de sus posibilidades. Al final, nos hacía hincapié en que proyectar no solo se trata de crear una estructura física, sino de generar atmósferas que animen a reflexionar a sus ocupantes sobre su propia vida y existencia, y no solo la del edificio.

Otra ventaja de esta experiencia ha sido la multiculturalidad, ya que el Máster cuenta con estudiantes de México, Guatemala, Colombia, Ecuador y Perú. Esto nos llevó a aprender no solo de nuestros profesores, sino de la educación y cultura de cada uno de nuestros compañeros.

Los diferentes resultados surgidos durante esta etapa nos llevaron a aprender sobre sistemas constructivos propios de Latinoamérica en materiales como bambú, madera, adobe y piedra. Los que más llamaron mi atención fueron los “putucos” dentro de la arquitectura ancestral de Perú, o el “chukum”, basado en materiales de acabado natural heredado por los mayas.

En definitiva, este taller ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de todo el programa, donde mis compañeros y yo hemos valorado el ejercicio de la arquitectura entendiéndolo como una responsabilidad social y cultural actuando localmente”.