El proyecto pretendía detenerse sobre las posibilidades de los objetos cotidianos, aquellos que están diariamente a nuestro alcance y que de una manera inconsciente los usamos sin prestarles el mínimo de atención a su diseño.
La búsqueda propuesta tenía por objetivo profundizar en el valor de dichos objetos desde una mirada curiosa y atenta. No se trataba simplemente de ahondar en los valores formales del objeto, que también, sino descubrir las “entrañas” del mismo haciendo especial atención a cada una de las partes y su relación entre sí a través de su articulación; preguntarse por su forma de fabricación y ensamblaje, por su ergonomía y facilidad de manejo...
En definitiva, se proponía deconstruir un objeto cotidiano partiendo de lo general para llegar hasta cada uno de sus componentes, en un proceso -ingeniería inversa- que pretende “interrogar” todos y cada uno de los elementos que se iban encontrando en su interior. Los objetos cotidianos eran:
(01) Cutter con rueda de bloqueo; (02) Alicate regulable; (03) Sargento; (04) Cascanueces de rosca; (05) Cuchara dispensadora de helado; (06) Sacacorchos de mariposa; (07) Martillo de uña.



