Víctor Debeuré, estudiante de Máster en Ingeniería Industrial en IMT Nord Europe en Francia y aprendiz de ingeniería de producción en el Grupo Renault, realiza sus prácticas en nuestra Escuela de Arquitectura. Le hemos preguntado por cómo ha vivido esta experiencia en la Escuela.
¿Cuál es tu puesto en el Grupo Renault?
—En el Grupo Renault soy aprendiz de ingeniería de producción. Trabajo en la planta de Douai, en el norte de Francia, donde fabricamos los modelos Mégane, Scénic y los nuevos R5. La fábrica tiene una capacidad de producción de 250.000 vehículos al año, a un ritmo de 60 vehículos por hora. En concreto, trabajo en el taller de carrocería, el departamento en el que se ensamblan y sueldan las piezas metálicas de los coches para formar la estructura. Solo este departamento cuenta con más de 1.000 robots para esta parte del proceso de producción.
¿Qué te ha motivado a venir al Departamento de Construcción, Instalaciones y Estructuras de la Universidad de Navarra durante varias semanas?
—Para obtener un título de ingeniería en Francia, es obligatorio realizar unas prácticas en un país extranjero no francófono. Por ello, me interesaban unas prácticas relacionadas con la industria del automóvil. Esto me llevó a contactar con Mohd Zahirasri Mohd Tohir, investigador de la Universidad de Navarra, que lidera EVRisk, un proyecto de investigación europeo. La reputación de la Escuela de Arquitectura también influyó en mi decisión de incorporarme a la Universidad de Navarra.
Desde tu opinión como alguien que trabaja en el ámbito de la automoción, ¿cuáles crees que son los mayores retos del proyecto EVRisk que se está desarrollando en la Escuela de Arquitectura?
—El principal reto del proyecto EVRisk es demostrar los riesgos de incendio asociados a los vehículos eléctricos demostrando el alcance del peligro. El objetivo es desarrollar medidas específicas de prevención y mitigación adaptadas al diseño de aparcamientos cerrados.
¿Cómo ha ayudado tu trabajo estas semanas?
—Durante mis prácticas, tuve la oportunidad de crear varias bases de datos que se utilizarán para producir estadísticas para futuras publicaciones relacionadas con el proyecto EVRisk. También contribuí a la redacción de un artículo que se publicará en The Conversation.
¿Cuáles son las diferencias que más te han llamado la atención entre una escuela de ingeniería francesa y una escuela de arquitectura española?
—Lo que más me sorprendió es que las escuelas de arquitectura en Francia no se centran en absoluto en la ingeniería estructural, sino que se centran principalmente en el diseño y los planos de construcción. Además, la diferencia de tamaño entre las dos instituciones es significativa. En IMT Nord Europe solo hay 2.000 estudiantes repartidos en varias sedes y no hay un campus grande como el de la Universidad de Navarra.
