Javier Millán, estudiante del último curso de Diseño, nos explica su experiencia en primera persona:
"La estancia en La Palma ha sido una experiencia profundamente enriquecedora tanto a nivel personal como académico. Como estudiante de Diseño de Moda, poder conocer de cerca los procesos artesanales y el entorno natural de la isla me permitió comprender la importancia de las raíces culturales en la creación contemporánea.
Durante la visita a la Escuela de Artesanía, me impresionó el valor que se da al trabajo manual y a la transmisión del conocimiento entre generaciones. Ver cómo se mantienen vivas técnicas tradicionales me hizo reflexionar sobre la responsabilidad del diseñador en la preservación y reinterpretación de la herencia cultural.
En el Museo de la Seda, la experiencia fue especialmente inspiradora. Observar el proceso artesanal del hilado, teñido y tejido de la seda me llevó a valorar la moda desde la sostenibilidad, la paciencia y el respeto por los materiales naturales. Cada hilo parecía contar una historia, uniendo pasado y presente a través del oficio.
La excursión a los volcanes de Tazacorte aportó una mirada más sensorial y conceptual. La fuerza del paisaje, los tonos rojizos y la textura de la tierra volcánica evocaban ideas de renovación y transformación, conceptos muy presentes también en el proceso creativo. Asimismo, apartando el diseño de este campo, nos dio una visión más cercana de cómo se vivió la catástrofe natural del volcán del 2021, y pudimos ver desde primera persona, los daños causados por el volcán. Finalmente, pudimos vivir la experiencia de poder dar un paseo en barco, el cual ofreció una visión maravillosa de la isla: observar la isla desde el mar fue como contemplar una gran obra natural. Tuvimos la suerte de poder avistar ballenas, la cual fue una experiencia muy enriquecedora.
Esta experiencia me recordó que diseñar no es solo crear objetos estéticos, sino conectar emociones, territorio y memoria".