“El 24 de noviembre, un autobús nos recogió a las 9:00 en Avenida de América de Madrid. Nos unimos a otro que nos esperaba en la sede de posgrado de la Universidad con más compañeros y los profesores que habían venido desde Pamplona. 

Nuestra primera parada fue en el ensanche de Barajas. Una vez allí nos dividimos en dos grupos. El primero entró a conocer las viviendas sociales de Barajas de EMBT, empezando por las salas de instalaciones del garaje, tanto de producción de agua caliente como de la gestión y almacenamiento de este, desde el cuarto de bombas, como la instalación eléctrica. Juan Echevarría y Carlos Fernández Bandera, profesores de Instalaciones, nos explicaron todo lo necesario sobre un edificio como este, que gracias a que en esta planta sótano estaban todas las instalaciones vistas fue muy gráfico y útil. Para acabar la ronda de instalaciones fuimos recorriendo cada uno de los rellanos donde se encontraban los cuadros de finca, telecomunicaciones y calefacción, y las ubicadas en el patio que eran el cuadro de mancomunidad, gestión de basuras y el eléctrico. Por último, llegamos hasta la cubierta donde había instalado un sistema de placas solares.

Todavía dentro del complejo residencial, además de maravillarnos con cada uno de los detalles, hicimos una reflexión general guiada por Asier Santas, profesor de Urbanismo. Nos fue explicando y haciendo entender el juego de Miralles para captar la luz, el viento y la vida al aire libre. El edificio abraza una plaza en la que, jugando con la orientación y los espacios verdes, se crea una zona de estar muy agradable y concurrida que a su vez integra los elementos de instalaciones necesarios. 

El segundo grupo, mientras tanto, iba recorriendo la zona, especialmente las plazas cercanas y los alrededores directos del edificio. De esta manera, pudimos entender la forma del edificio, la manera de relacionarse con el entorno y el partido que estos grandes arquitectos supieron sacarle. Entre otras cosas, destacamos la manera de abrirse al barrio, y conectar la vida pública de este con la privada que tiene lugar en la plaza interior. Esto se consigue con una entrada muy amplia y abierta a las viviendas desde la plaza, siendo el único edificio con esta estrategia.

Al acabar, intercambiamos los grupos, y una vez que ya todos habíamos conocido bien el complejo residencial y la zona volvimos al autobús. La siguiente parada fue en las viviendas cuyas fachadas ha rehabilitado recientemente STO. 

Fue una visita muy interesante. Nos acompañaron los arquitectos y la aparejadora que habían estado al mando de la obra. Las viviendas eran de los años 60 y tenían las fachadas estropeadas y sin aislante térmico prácticamente. La intervención consistió en, siempre desde el exterior, añadir a la fachada existente aislamiento térmico y SATE, dando lugar a una fachada mejorada y cuidada. Además de esto, se intervino en los portales y escaleras, sacándolos un poco a la acera para poder añadirles ascensor y hacerlos accesibles a todas las plantas.

Después de una mañana muy interesante y distinta, volvimos a la sede para tener por la tarde unas sesiones teóricas con Mayka García‐Hípola y Carlos Fernández”.