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22 de septiembre

Visita exposición Ana Teresa Ortega. Pasado y presente.
La memoria y su construcción

Ignacio Miguéliz Valcarlos
Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro

La visita a la exposición Ana Teresa Ortega. Pasado y presente. La memoria y su construcción que ha tenido lugar en el Museo Universidad de Navarra nos permite un acercamiento a uno de los temas más interesantes en el arte actual, el posicionamiento político que adopta el artista frente a la sociedad y la responsabilidad que tiene ante esta, así como la nueva posición que adquiere como historiador. De esta forma, el artista deja de ser un sujeto pasivo de lo que ve y refleja en sus obras, para convertirse en un testigo activo y con voz propia; todo ello inscrito en la discusión entre Theodor Adorno y Walter Benjamin sobre el carácter político del arte.

En estrecha vinculación con lo comentado, Ana Teresa Ortega presenta en su trabajo una interesante reflexión sobre ideas y conceptos universales, como la memoria colectiva y su construcción, y el papel que jugamos tanto historiadores como artistas y espectadores en la preservación de los acontecimientos históricos para mantener vivo el relato, para conservar la memoria y que no caiga en el olvido, aplicándolo a un caso concreto como es la guerra civil española y la posterior dictadura.

Todo esto lo hace a través de la fotografía; en un principio, en la década de los 90, a través del formato de foto escultura, que deja traslucir su formación como escultora, unas obras en las que combina estas dos técnicas artísticas, la fotografía y la escultura, en piezas en las que se presentan una sucesión de planos que otorgan a la imagen un carácter tridimensional. En ellas nos ofrece una crítica a los medios de comunicación y a la cultura de masas, vinculada con la preocupación por la deshumanización del sujeto y la sociedad con la que se relaciona, tal y como señalaba Benjamin, que puede producirse si no nos mantenemos vigilantes.

Esta preocupación dio paso a un interés por lo histórico y lo colectivo, por la percepción de conceptos universales como el de la memoria y su construcción, el tiempo, el olvido y la ausencia, que aborda sobre todo a través de la memoria histórica. Así, en su trabajo refleja de manera gráfica y conceptual hechos y lugares vinculados con acontecimientos históricos, ligados a la guerra civil española y a la postguerra y dictadura franquista, para que de esta forma no caigan en el olvido. En este sentido, recoge en su trabajo no solo la creación de campos de concentración, represión y trabajos forzados, más relacionados con la parte física y humana, sino que también refleja la situación vivida por el arte y la ciencia, y cómo la guerra acabó con una época de esplendor dentro de la cultura española, que llegó a denominarse “edad de plata de la ciencia” en España; y lo hace personificando las figuras tanto de individuos anónimos, como de pensadores y filósofos reconocidos, ya que todos ellos sufrieron el exilio, tanto exterior como interior. Lo aplica también a la idea de biblioteca como lugar de recopilación, no solo de la cultura, sino del conocimiento universal y de la memoria colectiva.

Igualmente podemos ver una evolución en cuanto al formato y materiales de su obra, paralela a la evolución que experimentó en su temática. Así, en las primeras piezas realizadas sobre hierro, acero y telas emulsionadas que producían un efecto opaco y oscuro, trabajaba con imágenes tomadas de medios de masas como la televisión o la prensa, lo que originaba un efecto borroso y desenfocado que traducía la fragilidad del ser humano. Posteriormente, las piezas en metal las fue sustituyendo por materiales transparentes, como metacrilatos, que producían sucesiones de planos y mayor ligereza en sus obras, así como por papel, a lo que hay que añadir otros formatos como las instalaciones.