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27 de mayo de 2010

Visita guiada

Una iglesia para el apóstol Santiago en Pamplona: el convento de Dominicos

Dª. Mª Josefa Tarifa Castilla.
Universidad de Navarra

La iglesia de Santiago fue una de las edificaciones más importantes que se acometieron en Pamplona en el siglo XVI. El convento de dominicos que hoy en día conocemos no fue el primer monasterio que los frailes edificaron en la ciudad, ya que originariamente recibieron en las primeras décadas del siglo XIII a su llegada a la ciudad una pequeña ermita en honor a Santiago, situada en los terrenos que hoy en día ocupa el Palacio de la Diputación, donde radicaba una cofradía para atender y dar acogida a los peregrinos camino de Compostela a su paso por la ciudad. En este lugar erigieron el complejo monástico románico dedicado a Santiago, cuya existencia es segura para el año de 1242, año en el que se celebró en el convento un Capítulo Provincial.

Los dominicos residieron en este convento hasta 1514, cuando fueron expropiados con objeto de erigir sobre dicho solar un castillo, cediéndoles a cambio un solar denominado “el barranco” situado en un extremo de la ciudad, un terreno complejo para edificar, en pendiente. En 1516 el cantero Pedro de Echaburu, natural de Vergara y Pedro de Malpaso, veedor de obras reales, dieron las trazas o planos con los que edificar la iglesia, siguiendo los modelos de templos dominicos edificados en aquellos años, una iglesia de planta de cruz latina con capillas entre contrafuertes comunicadas entre sí, que se cubrió con bóvedas de crucería estrellada. La primera piedra fue colocada en 1520, si bien la necesidad de crear una plataforma sobre la que asentar la iglesia para salvar el desnivel provocó que los trabajos de cimentación se dilatasen en el tiempo. Por ello la iglesia fue acometida por el hijo del referido cantero, Pedro de Echaburu II y Juan de Osés entre los años 1534 y 1543, finalizándose la primera fase constructiva del templo y convento en 1568. A lo largo de la segunda mitad del Quinientos se fueron completando las distintas dependencias del complejo conventual, erigiéndose el claustro entre 1688 y 1703 con la participación del cantero Francisco Ungareta y gracias en gran parte a los donativos del don Juan Ventura Arizcun y Beaumont, barón de Beorlegui. La fachada en piedra se levantó en la segunda mitad del siglo XVIII, presidida por las esculturas de Santo Tomás de Aquino, San Vicente Ferrer y el titular, Santiago apóstol en la versión de peregrino.


La conferencia tuvo lugar en la propia iglesia de Santiago del convento de dominicos de Pamplona

La conferencia tuvo lugar en la propia iglesia de Santiago del convento de dominicos de Pamplona, a la que asistieron alrededor de 150 personas
 

A continuación, Tarifa abordó el estudio del retablo mayor, realizado entre 1570-1573 por los artistas franceses Pierres Picart y fray Juan de Beauves, si bien el mal estado de conservación en el que se encontraba a mediados del siglo XVIII motivó la contratación de uno nuevo en 1783 de acuerdo al gusto de la época, barroco, en el que se aprovechó parte de la mazonería y piezas escultóricas del anterior retablo renacentista. De la policromía y dorado de la pieza se encargaron José Beges, vecino de Logroño y Juan José del Rey, perteneciente a una importante familia de doradores navarros afincados en Tafalla. Gracias a la proyección en power point, se pudieron apreciar con claridad, tanto los detalles de la decoración esculpida en la mazonería, como de las diferentes escenas iconográficas del retablo, como los episodios de la Pasión, santos como San Fermín o María Magdalena y los propios de la orden de dominicos, además de dos pasajes del titular, Santiago apóstol, de rara iconografía, muy locales, la Aparición de Santiago a un peregrino camino de Santiago de Compostela a su paso por Pamplona ofreciéndole su burro para poder continuar con la peregrinación, y su Aparición al mismo peregrino a su llegada a Compostela, es decir, uno de los 22 milagros que se recogen en el “Codex Calixtinus” o “Liber Sancti Jacobi”, la primera guía de peregrinación a Compostela escrita por el Papa Calixto hacia 1160.

Retablo mayor de Santiago

Retablo mayor de Santiago
Pierres Picart y fray Juan de Beauves (1570-1573)
Policromía y dorado: José Begés y Juan José del Rey

 

Finalmente, los asistentes tuvieron la ocasión de recorrer las capillas del templo para poder apreciar de primera mano los diferentes retablos, pinturas y esculturas que embellecen dichos espacios, de diferentes advocaciones y patronatos, comenzando por la zona de los pies, desde el lateral izquierdo con la capilla de San Vicente Ferrer, la Virgen de Nieva, Santo Tomás de Aquino, brazo del crucero con el retablo de San Ignacio y capilla de Nuestra Señora del Rosario, para continuar por el lateral derecho con la capilla de la Virgen de Fátima, brazo del crucero con el retablo de San José, capilla de San Pedro de Verona y la de Santo Domingo in Soriano.


Un momento de la visita guiada por las capillas de la iglesia de Santiago

Un momento de la visita guiada por las capillas de la iglesia de Santiago, ante el lienzo de la "Apoteosis de Santo Tomás de Aquino" (1674), de Vicente Berdusán 
 

Con objeto de hacer más didáctica la visita a los participantes, la conferenciante compuso un díptico que repartió a los asistentes, con algunos datos históricos referentes a la fundación del convento, su construcción, el retablo mayor, las devociones y patronatos de las diferentes capillas, así como la planta de la iglesia con la ubicación de las diferentes piezas artísticas que alberga y la traza del retablo mayor con la iconografía del mismo.

Materiales didácticos