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27 de enero de 2009

Ciclo de conferencias

USOS Y COSTUMBRES EN NAVARRA

La encuesta etnográfica como herramienta para su estudio

Dña. Mª Amor Beguiristáin Gúrpide
Univesidad de Navarra

Para acercarnos al conocimiento de los usos y costumbres de cualquier grupo humano existen diversas fuentes de información. La documentación escrita, -tanto pública como privada, civil o eclesiástica-, y las imágenes visuales que salvan para la memoria prácticas sociales y modas en el vestir de diferentes estamentos, entre ellas las recogidas en grabados, fotografías y documentales cinematográficos. 

Sin embargo, la herramienta por antonomasia para acceder a la cultura de las sociedades vivas y sus antecedentes, es la encuesta etnográfica, una herramienta que reportará los datos suficientes para elaborar monografías sobre grupos humanos. El etnógrafo, en su trabajo de campo, deberá integrar los tres niveles de la realidad social a estudiar, lo morfológico, lo funcional y lo simbólico. Sólo así el resultado será satisfactorio, será posible conocer las respuestas que el grupo analizado ha dado a las necesidades que se le han planteado en un espacio y tiempo concretos.

El etnógrafo no debe prejuzgar si es bueno o malo lo que observa o le dicen, no debe desechar los datos que le incomoden sino ordenar coherentemente y exponer lo que ve y lo que le cuentan con las explicaciones o aclaraciones pertinentes. Por tanto, la información la obtiene el investigador con su observación de los hechos y con los cuestionarios dirigidos a los individuos inmersos en la cultura analizada, manera de rescatar una información en su mayor parte no escrita que forma parte del acervo popular, de difícil acceso para el historiador que solo se base en el estudio de documentos escritos. De este modo se convierte en notario de la cultura en estudio. 

Una encuesta etnográfica no es una encuesta sociológica, ni histórica, no se buscan muestras aleatorias, ni resultados estadísticos. Debe dirigirse a informantes significativos por su sensibilidad, por su experiencia y el conocimiento vivencial del tema investigado.

Básicamente hay dos tipos de encuesta: la elemental, analiza sólo un aspecto cultural (por ejemplo aspectos de la arquitectura rural, las hogueras de San Juan, las neveras…), y la encuesta sistemática, conducente a estudiar el sistema de normas, estructuras y funciones que caracterizan el modo de vida de un pueblo en su evolución temporal. El resultado tanto de una como de otra se plasmará en las correspondientes publicaciones que, lejos del folklorismo tradicional que se centraba en modos de ser estáticos, fosilizados, del comportamiento humano, tratará de reflejar la vida de las colectividades en toda su amplitud, con la conciencia de estar ante sociedades vivas, por tanto cambiantes.


 

Niño con el traje de cristianar de su abuela

Niño con el traje de cristianar de su abuela
 

Un caso muy interesante de encuesta, tanto por los temas abordados como por el momento en que se llevó a cabo, que también se aplicó en Navarra, es la promovida entre 1901 y 1902 por la Sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid, relativas al Ciclo Vital en España, que incluyó preguntas relativas al nacimiento, matrimonio y muerte. Se trataba de un modelo de encuesta “indirecta”, a distancia, a la que tenemos acceso a través de la edición crítica de A. Limón Delgado y Eulalia Castellote Herrero, que se centró en aspectos relativos a la concepción, gestación, alumbramiento, bautizo y filiación ilegítima de Sumbilla, Pamplona, Estella, Valle de la Burunda, Tafalla, Falces, Caparroso, Cascante, Olazagutía, Valtierra, Aoiz, y Monteagudo. 

Sin embargo, el trabajo de campo sistemático y directo lo inició José Miguel de Barandiarán, primero de manera esporádica en Ochagavía (1923), Ciga (1923), Espinal (1926), y Gorriti (1926), y luego de forma sistemática a partir de la creación de la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca en la Universidad de Navarra el 16 de noviembre de 1963, en respuesta a la solicitud cursada por la Diputación Foral de Navarra, en octubre de ese mismo año, comprometiéndose a su patrocinio. En su génesis y dotación de profesorado tuvo que ver el entonces Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, D. Antonio Fontán. Como complemento de la docencia de Cultura vasca, Barandiarán fundó un grupo de investigación llamado Etniker, y le dotó de un instrumento homogéneo de trabajo: la Guía para una encuesta etnográfica, con la que sus miembros han venido trabajando en la recogida sistemática de datos de la cultura popular durante más de cuatro décadas. En la revista Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra, de la Institución Príncipe de Viana, podemos leer los resultados de dichas encuestas sistemáticas.


Arquitectura popular: hórreo de Aria (Salazar)

Arquitectura popular: hórreo de Aria (Salazar)