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La pieza del mes de septiembre de 2019

EVOCACIÓN DEL VINO Y VIDES EN ESTELAS FUNERARIAS ROMANAS DE NAVARRA

 

Carmen Jusué Simonena
UNED Pamplona

 

Los libros de historia suelen centrar su atención en grandes acontecimientos en los que apenas queda espacio para las actividades cotidianas; sin embargo, bajo la aparente intrascendencia de las cosas sencillas se oculta el protagonismo que en realidad atesoran. El vino es un buen ejemplo de esta realidad, la generalización de su consumo en la antigüedad clásica convirtió una simple bebida en un vínculo de unión entre pueblos diferentes y en un producto de notable repercusión social y económica. En el universo de las teorías, existen argumentos sólidos que justifican esta extraordinaria difusión, aunque, tratándose de alcohol, es preferible huir de las grandes razones y considerar que su popularidad se debe a que, como sentenció el poeta Ovidio, “las preocupaciones huyen y se borran con abundante vino”.

El arte romano, fiel representación del pueblo que lo elaboró, transmite un sentido y temperamento práctico y utilitario. Marcado sobre los patrones de las escuelas helenísticas y considerado, frecuentemente, como una más de ellas, aunque prolongada en el tiempo y el espacio, tiene, sin embargo, una personalidad destacada, basada principalmente en la importancia de la técnica, y reflejada fundamentalmente en las obras arquitectónicas, aunque con gran importancia también de las restantes manifestaciones, como la escultura, la pintura o la musivaria.

La presencia en este arte de uvas, parras, pámpanos, elementos alegóricos al vino…, es constante. Los mosaicos, las estelas funerarias decoradas, las aras votivas, alguna figurilla en bronce, así como diversos relieves, además de las múltiples instalaciones vinícolas, transmiten elocuentemente la importancia de la vid en esta tierra, bien como elemento decorativo o bien como expresión vegetal de la inmortalidad, dado que la representación de la vid es general en todo el mundo romano como símbolo dionisíaco de profunda escatología, con un papel similar al del banquete funerario para traducir que el vino abre el camino del conocimiento y la felicidad eterna.

Motivos de vides, uvas y pámpanos son frecuentes en algunas estelas funerarias decoradas de época romana, de tal manera que estas plantas aparecen de forma casi exclusiva, entre las estelas hispánicas, en más de una veintena de ejemplares alaveses y navarros, cuya proximidad geográfica, temática y estilística ha sido repetidamente puesta de manifiesto. En ellas, los tallos vegetales adoptan una ubicación marginal, recorriendo los bordes de la estela; presentan un ritmo alternante, con un pámpano y un racimo correspondientes a cada curva. Los ejemplares de Gastiain muestran una disposición invariable, dado que los racimos se disponen siempre hacia el interior y las hojas nervadas hacia afuera, mientras que los tallos arrancan de sendos recipientes.

La significación inequívoca de estos elementos iconográficos queda asegurada en las piezas en que flanquean un ara en la cabecera del monumento, así como en la aparición de jarras o páteras en la mayoría de los ejemplares, ornamentación análoga a la que presentan los relieves aparecidos en los Casquilletes de San Juan de Gallipienzo y en las cercanías de Santa Criz de Eslava.


Relieve con figuraciones de parras y vides procedente de las cercanías del yacimiento de Santa Criz de Eslava

Relieve con figuraciones de parras y vides procedente de las cercanías del yacimiento de Santa Criz de Eslava, semejante y de idéntica factura a los encontrados en Los Casquilletes de San Juan de Gallipienzo.


Procedentes de Gastiain existen un importante conjunto de estelas funerarias decoradas que aparecieron empotradas en la ermita de san Sebastián de la localidad y que actualmente se encuentran en el Museo de Navarra. En cuatro de ellas la decoración de vides, parras y trvllae, junto a otros elementos decorativos e interesantes inscripciones, conforman un conjunto unitario en cuanto a elementos iconográficos de gran interés.

Es el caso de la denominada estela ‘de Antonia Buturra’, de gran tamaño (1,56 x 0,87 x 0,27 m.) y uno de los más espléndidos ejemplares de las estelas peninsulares. De remate horizontal, presenta una disposición en tres zonas, rodeando el conjunto una decoración de pámpanos y racimos en ritmo alternante que parten de dos recipientes en la base de la piedra para unirse en la cabecera flanqueando un ara. Un listel forma el rectángulo interior dividido por otros tres en cuatro partes. En la superior aparece una figura femenina sedente bajo un arco relleno con reticulado a bisel, que descansa sobre sendas columnas con basa. La difunta apoya los pies sobre un escabel, a cuyos lados hay dos palmas sobre peana. En las enjutas superiores, dos estrellas inscritas en círculo, junto a las siglas D. M., y en los ángulos inferiores dos trvllae que también aparecen en las otras estelas de Gastiain y que generalmente han sido descritas como páteras. Según apuntan M.ª Á. Mezquíriz y M. Unzu, la trvlla es un recipiente para beber, aunque es probable que su función primaria fuese cultual. Se trata de un cazo con mango horizontal decorado, borde engrosado al exterior, pared abombada y fondo plano. El pie es anular, al igual que el borde. Tienen el mango alargado, de forma trapezoidal, con una línea incisa siguiendo el borde.

Sigue la inscripción en cartela con orejetas: D(iis) M(anibus) / ANT(onia) BVTVRRA / VIRIATI FILIA / AN(norum) XXX / H(ic).S(ita). A continuación aparece un toro hacia la derecha, con la cabeza en posición frontal entre dos árboles. En el segmento inferior, una gran rueda encierra una roseta de múltiples pétalos lanceolados, con esvásticas en los ángulos superiores y, debajo, dos ánforas.


 Estela decorada denominada ‘de Antonia Buturra’

Gastiain. Estela decorada denominada ‘de Antonia Buturra’, de gran tamaño
(1,56 x 0,87 x 0,27 m.) y uno de los más espléndidos ejemplares
de las estelas peninsulares.


La estela denominada ‘de Domitia’, también procedente de Gastiain y, al igual que la anterior y las restantes, fechada en los siglos I-II, consta de una parte superior figurativa con un marco de decoración vegetal de pámpanos y racimos. Este motivo, como se ha comentado, resulta particular de esta zona navarra y alavesa y tiene una clara interpretación funeraria, dado que el racimo es un elemento iconográfico relacionado con Dionisio, y unido al banquete funerario en el que el vino abre el camino a la vida eterna. En el centro, domina la escena un disco con forma de flor multipétala, motivo habitual en contextos romanos y, bajo ella, un creciente lunar con decoración en sus puntas. A los lados de esta se encuentran dos trvllae utilizadas generalmente en los rituales religiosos. Todos estos elementos –racimos y pámpanos, el sol, la luna y las páteras– indican claramente que se trata de una iconografía relacionada con el más allá. La pieza está fragmentada, dado que falta toda la parte inferior. La inscripción funeraria conserva la parte inicial, de la que puede leerse Domitia Semproniana Materni f(ilia).


La estela denominada ‘de Domitia’

La estela denominada ‘de Domitia’, también procedente de Gastiain y, al igual que la anterior y las restantes de dicha localidad, fechada en los siglos I-II, consta de una parte superior figurativa, con un marco de decoración vegetal de pámpanos y racimos.


Un tercer ejemplar, de la misma procedencia, conserva únicamente la parte superior, de remate horizontal y con idéntica decoración vegetal a las anteriores, con las dos hojas de la cabecera afrontadas y flanqueando un ara. En las enjutas superiores aparecen dos trvllae, y en las inferiores un ánfora a la izquierda y un oinochoe a la derecha. Entre ambas, y bajo la gran rueda, aparece un ave que pica un racimo de uvas y otra mayor que se acerca al oinochoe. Sigue la inscripción, en dos líneas entre renglones, faltando la parte inferior, que debió de tener un jinete. Dice la inscripción: M.IVNIVS.PATERVS CANTABRI FILIVS AN(norum) XXXX H(ic).S(itus).


Jarros, trvllae, vides, parras…

Jarros, trvllae, vides, parras…, nuevamente se repite idéntica decoración
en esta estela también procedente de Gastiain.


Frente a ellas, la cuarta estela de Gastiain está mal conservada. Es de remate horizontal y en el rectángulo central aparece una roseta multipétala inscrita en una rueda, con otras dos en los ángulos superiores y dos trvllae en las enjutas inferiores. El conjunto está rodeado por la decoración usual de pámpanos y hojas de vid, que se unen en el testero flanqueando un ara. Los restos de inscripción son ilegibles en su estado actual.


Esta estela deja ver la decoración usual de pámpanos y hojas de vid que se unen en el testero flanqueando un ara

A pesar del deterioro por diversos agentes climáticos, esta estela, también de la localidad de Gastiain, deja ver la decoración usual de pámpanos y hojas de vid que se unen en el testero flanqueando un ara.


Por último, en la localidad de Iruñuela se encuentra otra estela que aparece empotrada en el muro frontero del cementerio que domina el conjunto urbano. Interesante pieza sin remate, presenta la decoración desarrollada en tres zonas. En la superior aparecen tres figuras estantes con traje talar por debajo de la rodilla, siendo imposible la determinación del sexo o cualquier otro detalle. Sigue en la parte central un rectángulo que alberga en su interior un toro. La tercera zona ofrece una escena de cacería en la que un hombre, provisto de una lanza, espera la acometida de un jabalí acosado por un perro. Entre ambos animales y el rectángulo anterior, los restos de la inscripción: ...HOMICINO... ASINO AN(norum) ...H(ic) S(itus) E(st) (?). El conjunto del campo queda enmarcado por dos grandes tallos de vid.


Estela funeraria que deja advertir diversos personajes, una escena de cacería y grandes tallos de vides

Interesante estela funeraria procedente de la localidad de Iruñuela que,
a pesar de su deterioro, deja advertir diversos personajes, una escena de cacería
y grandes tallos de vides.


FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

TARACENA, B., VÁZQUEZ DE PARGA, L., “Excavaciones en Navarra. III. Prospecciones en ‘El Castellar’ de Javier y ‘Los Casquilletes de San Juan’ de Gallipienzo”, Príncipe de Viana, 7, Pamplona, 1946, pp. 9-25.
BLÁZQUEZ MARTÍNEZ, J. M.ª “Relieves de los ‘Casquilletes de San Juan’, Gallipienzo”, Príncipe de Viana, 22, Pamplona, 1961, pp. 121-126.
MARCO SIMÓN, F., “Estelas decoradas romanas en Navarra”, Trabajos de Arqueología Navarra, 1, Pamplona, 1979, pp. 205-250.
CASTILLO, C., GÓMEZ-PANTOJA, J., MAULEÓN, M. D., Inscripciones romanas del Museo de Navarra, Pamplona, 1981.
MEZQUÍRIZ IRUJO, M.ª Á., UNZU URMENETA, M., “Hallazgo de una trvlla en Pompelo”, Cuadernos de Arqueología de la Universidad de Navarra, 18**, 2010, p. 301‐316.