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La pieza del mes de febrero de 2015

UN DESTACADO NAVARRO CARICATURIZADO POR GHEZZI EN 1749

Ricardo Fernández Gracia
Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro

Los orígenes de la caricatura y el genio de Bernini 

El nacimiento de la caricatura gráfica se sitúa en la universitaria ciudad de Bolonia a fines del siglo XVI, en la escuela de los Carracci. Como género dibujístico, representa un retrato con los rasgos faciales y de comportamiento exagerados, a efectos de producir risa o ridiculizar situaciones de diversa índole. Los estudiantes de la academia de aquellos pintores boloñeses se divertían haciendo caricaturas de los visitantes, bajo la apariencia de animales u objetos inanimados, pero generalmente lo hacían para uso privado, sin la malicia de la sátira que cobraría el género siglos más tarde.

Sin embargo, la caricatura, del italiano “caricare”, es hija del Barroco. El polifacético genio de Bernini fue admirado en la corte papal por su habilidad para reflejar la esencia de las personas. El maestro definía a la caricatura como “un intento de descubrir la semejanza en la deformidad, de tal modo que nos acerquemos a la verdad más que la realidad misma”. Cardenales, caballeros y hasta el mismo pontífice pasaron por el ojo de Bernini. En el “Diario del viaje a Francia”, escrito por Paul Fréart de Chantelou, relata con gran pormenor toda la estancia en París del genial artista en 1665. Entre sus páginas leemos unas líneas sobre la novedad que el género tenía entonces en la corte francesa: “El señor mariscal Villeroy vino a ver el busto sobre las doce, y fue precursor del rey, que vino inmediatamente después con gran cantidad de gente. Comenzó el Caballero dándole forma a la nariz, que no estaba todavía nada más que esbozada. Habiéndose adelantado M. de Créqui para hablarle al rey al oído, el Caballero dijo riendo: Estos señores tienen al rey a su disposición todo el día y no quieren dejármelo solamente media hora; estoy tentado de hacer el retrato caricaturizado de alguno de ellos. Nadie entendía aquello, dije al rey que eran retratos en que se les encontraba parecido a las personas en lo feo y lo ridículo. Tomó la palabra el abate Tutti y dijo que el Caballero era admirable en esa clase de retratos; que habría que mostrar alguno a Su Majestad”

Con posterioridad, el interés por la caricatura fue creciendo en Europa y más tarde en Estados Unidos. Así, Tiépolo y Goya hicieron sus incursiones, pero sería ya en el siglo XIX cuando emergieron los grandes nombres ligados a publicaciones satíricas.


Un corellano del siglo de las Luces: don Antonio Escudero y Muro

De la casa de los Escudero de Corella salieron importantes personajes estudiados por Arrese en su Colección de biografías locales en sus distintas ramas. La familia era oriunda de La Rioja y algunos de sus miembros ocuparon, desde el siglo XV, importantes cargos en el municipio y en el Reino. En 1656 se fundó el mayorazgo al que quedó vinculada la casa y la capilla de Santa Teresa del Carmen, con su lienzo titular de Pedro Orrente. Los Escudero enlazaron con importantes linajes locales como los Sesma, Peralta, Muro y Luna. 

Uno de los más egregios y de los que se conservan recuerdos en los salones de la misma mansión que nos fueron mostrados hace unos años por don Juan Escudero, fue don Antonio Escudero y Muro, que llegó a ser Gran Prior de la Orden de San Juan de Jerusalén en Navarra, comandante de la escuadra de Barlovento de Felipe V y Mayordomo, en Roma, de Jacobo III, pretendiente al trono de Inglaterra. 

Arrese realizó un bosquejo biográfico del personaje tomando datos, según escribe, de un trabajo dedicado a su antepasado por don Miguel Escudero y Arévalo. Don Antonio nació en Corella en 1690, vistió el hábito de Malta tempranamente, en 1701, y profesó en aquella Orden en 1707, a la que sirvió militarmente. En 1716, se le otorgó la encomienda de Leache y posteriormente otras, al poco tiempo pasó a servir a la armada española realizando acciones valerosas en 1718 en aguas sicilianas. En 1719 ascendió a capitán de fragata, en 1721 de navío y en 1726 se le otorgó el mando de la Escuadra de Barlovento, encargándose de reprimir el contrabando en las Antillas. En 1740, con motivo de la Guerra de Sucesión austriaca, recibió orden de armar en Malta sus buques en corso contra los ingleses, pero como la Orden de San Juan mantenía una postura contraria a la del rey de España, no pudo obedecer y fue relevado de su cargo.

En 1741 fue nombrado Gran Prior de la Orden de San Juan en Navarra y, poco después, Almirante de la Escuadra de Malta. Por aquel tiempo, en las luchas de Jacobo III por apoderarse del trono inglés, la Orden de Malta ayudó al pretendiente y don Antonio intervino con su escuadra a tal fin, llegando a ser nombrado su mayordomo, cargo en el que estuvo hasta 1766 en que murió Jacobo Stuart. 

Don Antonio murió en 1770, con ochenta años. En Malta se le dedicó un monumento funerario a su memoria, del que se conserva dibujo coetáneo.



Caricatura de don Antonio Escudero y Muro, realizada en Roma en 1751 por Pier Leone Ghezzi

Caricatura de don Antonio Escudero y Muro, realizada en Roma en 1751 por Pier Leone Ghezzi
Museo Británico. Londres
(Foto: Museo Británico)

 

Su caricatura por el gran maestro Ghezzi en 1749

El autor de la caricatura de don Antonio es Pier Leone Ghezzi (1674-1755), un afamado pintor italiano, autor de numerosos retratos oficiales de la Roma de su época y yerno del pintor Carlo Maratta. Su mayor fama la debe a sus numerosas caricaturas de personajes de todo tipo que hizo en la Roma de su tiempo, entre las que encontramos a destacados prelados, nobles, artistas, peregrinos y visitantes de la Ciudad Eterna. En todas ellas, tal y como recomendaba Bernini, se exageran, con habilidad, los rasgos físicos de las caras de los personajes. El British Museum conserva un álbum que ingresó en sus colecciones en 1859, que contiene muchísimas caricaturas de Ghezzi. Éste, pese a su posición social, no desdeñaba retratar a los visitantes de Roma, por un módico precio. Una de las caricaturas es la de don Antonio Escudero.

El dibujo está numerado en la parte superior derecha con el número 95. En su inscripción original, de mano Ghezzi, se lee: “Il Sr Gran Prior di Navarra spagniolo cav.r di Malta fatto da me cav.r Ghezzi li 5 ottobre 1749”. Con posterioridad se completó con estas palabras: “Presentemente è maestro di camera del Rè d’Inghliterra 1751”. Está realizada sobre papel y sus medidas son 112 mm. de altura por 89 mm. de anchura.

Los rasgos más acentuados de la caricatura, como suele ocurrir en otras, son la nariz sobre la que montan los quevedos y la boca entreabierta y grande. Presenta frente despejada con incipiente calvicie propia de la edad en aquellos momentos –cincuenta y nueve años- y larga melena y viste casaca. Posiblemente se trata de la primera caricatura conocida que se hizo a un navarro.
 

BIBLIOGRAFÍA
- ARRESE, J. L., Colección de biografías locales, San Sebastián, Gráficas Valverde, 1977.
Página web British Museum