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José Antonio Latorre, durante sus prácticas en la Misión de Observación Permanente de la Santa Sede para las Naciones Unidas en Nueva York
Elena Diez de Ulzurrun, estudiante de 4º curso de Derecho y el Global Law Program; Inés Gentile, de 4º de Relaciones Internacionales; Jesús Rizo, que curso 5º del doble grado de Derecho y Relaciones Internacionales y José Antonio Latorre, de 4º del mismo doble grado son cuatro ejemplos de los más de cien alumnos de la Facultad de Derecho que cada año realizan prácticas durante el verano para completar su formación académica en la Universidad.
"Aplicar lo aprendido en el aula siempre va a ser un plus a la hora de encontrar empleo", ha asegurado recientemente Roberto Cabezas, director de Career Services, el servicio de Carreras Profesionales de la Universidad. Elena, Inés, Jesús y José Antonio describen este periodo de prácticas como una experiencia única y enriquecedora también a nivel personal, que les ha aportado la posibilidad de aprender, ampliar conocimientos, conocer y “compartir despacho” con profesionales del Derecho y de las Relaciones Internacionales en distintos ámbitos.
Elena Diez de Ulzurrun Salicio ha trabajado en el despacho Uría Menéndez en la oficina de Madrid, en el departamento de Corporate y M&A. “Durante mis prácticas me integré en uno de los equipos del despacho bajo la dirección de la socia Sara García Vázquez. En Uría se trabaja en equipos reducidos de tal manera que el contacto con todos los miembros es mucho más directo y no se reduce únicamente a tu superior” describe. Elena explica que los becarios de verano reparten su tiempo entre sesiones de formación y el trabajo que se le encarga dentro del equipo. A ella le ha tocado analizar muy de cerca temas de regulación bancaria y gobierno corporativo. “Mi trabajo me ha permitido ver cómo se aplica en la práctica todo lo estudiado en Derecho de Sociedades y cómo interactúan las diferentes ramas del Derecho (ej. con el Derecho Administrativo o el Derecho Laboral)”. Elena añade la importancia del conocimiento de idiomas dada la relación continua con clientes internacionales y valora su periodo de prácticas como una experiencia 100% positiva. “Todavía no sé hacia dónde dirigir mi futuro profesional y creo que las prácticas de verano aportan una perspectiva imprescindible para poder esclarecer las dudas que suelen rodear al desempeño de la abogacía en los grandes despachos y de la abogacía en general”.
De su trabajo en Uría Menéndez se queda con la amabilidad y el espíritu de trabajo en equipo. “También creo que es importante tener una mentalidad abierta de cara al aprendizaje. Un becario sobre todo va a empaparse de todo el conocimiento que pueda”.