María Elena González Peñas · Facultad de Farmacia y Nutrición
"Cada vez hay más pruebas científicas que demuestran que los residuos plásticos, al degradarse, generan micro y nanoplásticos capaces de infiltrarse en los alimentos, el agua potable e incluso en el aire que respiramos"
¿Consideras importante poner el foco en la lucha contra la contaminación plástica?
Definitivamente, abordar la contaminación por plásticos es una prioridad urgente. No se trata solo de un desafío ambiental, sino de una amenaza creciente para la salud pública. Cada vez hay más pruebas científicas que demuestran que los residuos plásticos, al degradarse, generan micro y nanoplásticos capaces de infiltrarse en los alimentos, el agua potable e incluso en el aire que respiramos. Esto implica una exposición constante en la vida cotidiana. Además, preocupa que estos fragmentos plásticos puedan actuar como vectores de compuestos tóxicos, incluidos metales pesados o contaminantes persistentes, lo que podría amplificar sus efectos sobre el organismo. Entre los posibles impactos biológicos destacan la inflamación, el estrés oxidativo y daños genéticos, lo que subraya la urgencia de tomar medidas.
¿Cómo puede abordarse esta problemática desde tu área de investigación?
Desde la química analítica podemos detectar y cuantificar la presencia de marcadores de contaminación por plásticos en las personas y los animales, en el medio ambiente, los alimentos o los medicamentos. Esta capacidad analítica no solo permite evaluar la magnitud de la exposición, sino también trazar rutas de entrada y acumulación en los organismos, lo que resulta clave para comprender los riesgos potenciales y apoyar la toma de decisiones en materia de salud pública y regulación ambiental.
¿Estáis participando en algún proyecto en relación a esta cuestión? Si no es así, ¿qué proyecto te gustaría poner en marcha para hacer frente a la contaminación por plásticos?
En este momento no formamos parte de una iniciativa específica centrada en el estudio de la contaminación plástica. Sin embargo, sería muy interesante desarrollar una propuesta conjunta con especialistas en ecotoxicología y alimentación. La idea sería lanzar un proyecto multidisciplinar que permita analizar la presencia de micro y nanoplásticos en productos alimentarios y en agua de consumo, al mismo tiempo que se evalúan sus posibles efectos tóxicos utilizando modelos celulares humanos. El enfoque se centraría principalmente en estudiar su capacidad para inducir inflamación, estrés celular y daño genético, con el fin de entender mejor los riesgos para la salud.
* María Elena González Peñas pertenece a la Facultad de Farmacia y Nutrición. Conoce su investigación.