Encerrado en la cárcel de Reading ―ya había perdido su libertad, nombre y riqueza― le quedaba a Oscar Wilde aún algo precioso: sus dos hijos. De improviso, le fueron retirados por la ley. Cayó entonce ...
Encerrado en la cárcel de Reading ―ya había perdido su libertad, nombre y riqueza― le quedaba a Oscar Wilde aún algo precioso: sus dos hijos. De improviso, le fueron retirados por la ley. Cayó entonce ...