Opinar

Este mes, Maris Fernandez Barquero, estudiante de 4º de Filosofía y Literatura y Escritura Creativa (LEC), y Miren Estruch Santamaría, estudiante de 2º de Literatura y Escritura Creativa (LEC), han dedicado un momento de pausa para reflexionar sobre un tema latente en estas semanas de finales: la procrastinación. Hablarán sobre la satisfacción que hay en una buena sesión de estudio y en un descanso merecido.

Procrastinación VS Descanso

Maris Fernández Barquero
4º Filosofía + Literatura y Escritura Creativa (LEC)

“Para poder disfrutar un descanso, hay que haber realizado una tarea que merezca dicho descanso. De igual manera, para poder trabajar, hay que haber descansado lo suficiente como para que el trabajo sea fructífero. Se puede estudiar y descansar a la vez, si se entiende el descanso como la simple realización de una tarea que agrade. Sin embargo, incluso si nos dedicáramos solamente a la tarea que más nos gusta en el mundo, seguiríamos necesitando descanso. Por ello, tengo que concluir que no se puede estudiar y descansar a la vez.

Ahora, me parece importante que nos saquemos de la cabeza esta idea de que, si un día no fuimos productivos, es un día desperdiciado. El trabajo aporta mucho valor a la vida humana, ya que nos permite hacernos dueños del mundo y de nosotros mismos, pero es solamente una esfera de nuestras vidas. Muchos de los momentos que atesoramos sucedieron en espacios de descanso, por ejemplo, en unas vacaciones familiares. El trabajo nos ayuda a dirigir nuestra vida hacia una meta concreta y a construir una identidad con la cual nos sintamos satisfechos, pero es en el descanso donde verdaderamente podremos disfrutar de los frutos del trabajo.”

Miren Estruch Santamaría
2º Literatura y Escritura Creativa (LEC)

“Es muy diferente procrastinar a descansar. Procrastinar significa aplazar el momento de hacer algo, en este caso el estudio. El descanso, en cambio, se da una vez hemos realizado esa tarea que teníamos entre manos, por lo que no existe descanso si tenemos en mente que tenemos que trabajar. Partiendo de esto, no creo que exista la procrastinación productiva, sino el descanso productivo.

Es natural que la época en la que más queramos procrastinar sea durante exámenes: nadie quiere pasarse el día estudiando, pero es lo que toca. Tampoco consuela saber que todos los estudiantes estamos pasando por lo mismo, en el fondo nos da igual, lo que nos importa es que no podemos ver esa película que tanto tiempo llevamos queriendo ver porque tenemos que estudiar para el examen de literatura hispánica. Lo dicho, es lo que toca. Si uno se para a pensarlo un momento, ni siquiera es para tanto. Es peor lamentarse y procrastinar que ponerse con ello, pero es más fácil lo primero que lo segundo, por lo que sí, todos somos víctimas de haber preferido ver esa película que aprender sobre la poética de Góngora.

La clave, creo yo, es quitarte la pereza de encima y tener la motivación suficiente para sacarle provecho al estudio. Naturalmente, la motivación decae en exámenes, se nos hace un mundo tener que estar seis horas rodeados de gente que está pensando lo mismo que tú: ¡quiero acabar! Pero entonces es importante permitirte momentos de descanso entre horas de estudio para retomar energías y volver a entrar a la biblioteca, a esa mesa que no quieres ver más. Ese es el descanso productivo, el que te recarga y el que te ayuda a ver cuántas horas de estudio te quedan por hacer ese día, cuándo será que saldrás de la biblioteca para ir a tu casa y pasar el rato acompañado o solo, pero satisfecho con el estudio. Y, en caso de haber tenido un mal día de estudio, aprender a no arrastrar el disgusto el resto de la semana, sino volver mentalizado de que podrás tener un estudio productivo si estás dispuesto a tenerlo.”

La procrastinación puede causar desmotivación, especialmente durante exámenes. ¿Cómo crees que te afecta a ti? ¿Sientes que se puede estudiar y descansar a la vez? Nos gustaría escuchar tu opinión al respecto.

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