Escribir

Este pequeño artículo ha sido redactado por María Pérez, estudiante de cuarto año de Literatura y Escritura Creativa. En esta ocasión, hablaremos del lugar idóneo para empezar a escribir, y de algunas rutinas necesarias para crear el hábito de la escritura. ¿Existe un lugar perfecto para que las musas nos visiten? ¿Se puede escribir en cualquier sitio y de cualquier manera?

Musas, Bolígrafo, ¡Acción!

Si tú también escribes, sabrás ya que los escritores no podemos esperar a las circunstancias ideales para hacerlo. Es así. Muchas veces habrás soñado con encontrarte en una isla desierta con playas arenosas, echado en una hamaca a la sombra de una palmera repleta de cocos. O en un desván antiguo, como el de la casa de mi abuela, abastecido con antigüedades, libros misteriosos, animales disecados y mucho polvo. O una casita en la montaña, con una chimenea encendida a tu espalda, y una ventana por la que entra la luz azul de un sol despejado.

Todo esto es muy bonito. Pero, como he dicho antes, no podemos esperar a las situaciones ideales para ponernos a escribir. En vez de esperar, amigo mío, lo que tienes que hacer es buscar esas situaciones, que, aunque no sean las ideales, se acercarán bastante a lo que necesitas para que las musas te visiten. Vamos a ver algunos requisitos indispensables para lograr este propósito. Espero que estés apuntando.

1.-Un rincón literario.

El primer paso es encontrar el lugar idóneo para ponerte a escribir. No tiene que cumplir con unas características concretas, para cada persona este sitio tendrá unos rasgos completamente distintos. Puede ser desde una cafetería abarrotada, hasta el rincón más inhóspito de una biblioteca. Julio Cortázar confesó que la mayor parte de Rayuela fue escrita en distintas cafeterías de París. Navarra no es como París, todo hay que decirlo; pero la cafetería Faustinos es un sitio ideal para dejar volar la imaginación, y la Biblioteca Central es el santuario del silencio y la concentración. Variedad no nos falta, oye.

TIP LITERARIO: Queda con un amigo o una amiga que comparta la misma ilusión por escribir, id a la biblioteca, a un parque o a una cafetería y poneos a escribir. Necesitarás una hoja de papel, un bolígrafo y mantener la boca cerrada durante al menos media hora. Prohibido usar móviles o portátiles. No te engañes: todos nos distraemos con una pantalla, y tú también. Quédate a solas con tu hoja de papel, ¡y deja que surja la magia!

No hace falta que siempre uses el mismo sitio, porque habrá momentos en los que las musas se abalanzarán sobre ti en los lugares más insospechados (desde el interior de la cama, hasta el cuarto de baño, para ser precisos). Lo importante es que el lugar que elijas te sirva a ti para ponerte a escribir. ¿Ya lo tienes pensado?

2.- La hora sagrada.

Ahora que tenemos un espacio concreto para desarrollar nuestra obra maestra, lo siguiente que necesitas es un horario. Esta es la parte más difícil de todas, porque si hay algo que no nos sobra en esta vida, es tiempo. Elige un momento del día en el que suelas estar fresco; dependiendo de tu personalidad, variará: puede ser nada más levantarte o las doce y cuarenta y cuatro de la noche. Lo único que te recomiendo es que no te pongas a escribir nada más comer, porque en ese momento del día nadie puede sacar ni una sola palabra de provecho.

TIP LITERARIO: ponte una alarma en el móvil. Para ti, escribir tiene que ser tan importante como levantarte de la cama por las mañanas: si no lo haces, no podrás continuar con tu vida normal. No te preocupes si los primeros días no lo consigues, o si tienes que ir cambiando el momento de escritura. Lo importante es que pelees por encontrar el momento ideal. Y cuando lo hagas, defiéndelo con uñas y dientes.

3.- El ritual.

Ya tenemos el momento y el lugar. Ahora toca divertirse un poco. Es importante que disfrutes con el proceso de escritura, porque si tu mente lo concibe como una obligación, se bloqueará y te negará sus más deliciosos tesoros. Por eso, móntate tu rutina particular, búscate un par de manías e introducelas en el proceso creativo.

TIP LITERARIO: no hay nada más poético que prepararte una taza de té o de café antes de ponerte a escribir. Y si además tienes un bolígrafo de la suerte o un papel de aspecto anticuado, lo vas a petar. En tu rincón literario puedes ir añadiendo fotografías o frases que te animen y te recuerden lo mucho que te gusta la escritura. Conviértete en un friki y no te rendirás jamás.

4.- El diccionario, mi mejor amigo.

No me pongas esa cara: sin diccionario estás perdido. Es importante que le pierdas el miedo y la pereza a este instrumento. Y es esencial que te dejes de Wikipedia o de buscar sinónimos en Internet, porque, aparte de que te distraerás y perderás la concentración buscando en Google, matarás la poca creatividad que te queda en ese cerebro de mosquito. El Internet es el mayor enemigo del escritor. grábatelo.

Para terminar, te dejo un fragmento de una entrevista que le hicieron a García Márquez, y que espero que te sirva de inspiración:

“—¿Cuál es, para ti, el sitio ideal para escribir?

—Lo he dicho varias veces: una isla desierta por la mañana y una gran ciudad por la noche. Por la mañana, necesito silencio. Por la noche, un poco de alcohol y buenos amigos para conversar. Siempre tengo la necesidad de estar en contacto con la gente de la calle y bien enterado de la actualidad.” (Gabriel García Márquez, El olor de la Guayaba. Entrevista con Plinio Apuleyo Mendoza).

Breve inciso: puedo asegurarte con plena convicción que García Márquez no utilizaba Wikipedia. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.

Así que ya lo sabes. Solo necesitas un lugar, un momento, una preciosa manía y un buen diccionario. ¡A escribir se ha dicho!

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