Por qué estudiar este grado

Como tutora de un aula con niños de entre 1 y 2 años, soy la responsable del proyecto educativo. Me he dado cuenta de que tan importante es todo lo que les podemos enseñar como el ejemplo que les podemos dar en las cosas cotidianas: saludar, dar las gracias, pedir perdón, etc.

A lo largo de mi carrera universitaria he podido trabajar diferentes teorías, enfoques y metodologías que me han ofrecido una base para mi día a día como profesora. He llegado a mi puesto de trabajo con recursos que me han ayudado a afrontar las dificultades en el aula.

El grado me ha ayudado mucho a tener una base sólida de conocimientos. Por ejemplo, en la universidad aprendimos el método Singapur y justo en mi colegio impartimos las matemáticas con este método.

También, con el título de IB pude hacer las prácticas curriculares en un colegio IB en Irlanda y ahora mi colegio está implementando este proyecto.

Además, he aprendido muchas dinámicas de clase y diferentes formas de cómo ayudar a alumnos con necesidades educativas especiales, teniendo claro que lo más importante es la dignidad y el valor de cada persona y que cada alumno es único.

Siempre pensé que me gustaría dedicarme a la educación, pero estudiar el doble grado y hacer prácticas también en el área de pedagogía me ayudó a descubrir nuevas opciones.

Gracias a esa experiencia, me di cuenta de que lo que de verdad me motivaba era el mundo de los recursos humanos, especialmente todo lo relacionado con formación y desarrollo de personas.

El enfoque del doble grado me dio una base muy completa y versátil, que me ha permitido trabajar en entornos internacionales y participar en proyectos que ayudan a las personas a crecer dentro de las organizaciones.

Mi consejo: aprovecha cada práctica y asignatura como una oportunidad para descubrir lo que sí (y lo que no) te gusta.