“Nadie puede apresurarme a ir al Hades antes de mi tiempo, pero si llega la hora de un hombre, sea él valiente o sea cobarde, no tendrá escapatoria.”

Como resultado de las fascinantes obras de Homero, Francisco Portillo López, estudiante de 1º del Grado en Lengua y Literatura Españolas + Diploma en Escritura Creativa, comparte con nosotros un comentario sobre la Ilíada. La madre de todas las obras de la humanidad.

Antes de empezar a profundizar en la Ilíada, hace falta poner en contexto al autor. Homero es un personaje histórico con rasgos característicos: un bardo viejo que vivió en el siglo VIII a. C. en Jonia. Supuestamente es el autor de una de las mejores obras literarias de toda la historia, la Ilíada.

No obstante, en el poema están explícitos unos elementos lingüísticos e históricos que parecen más modernos, asunto que ha puesto en duda si verdaderamente Homero fue quien escribió el relato. Desde entonces, se popularizó la cuestión homérica, que debatía sobre la veracidad del personaje de Homero y sus obras. Este debate tuvo sus raíces en la Antigüedad y, hoy en día, sobreviven dos posturas enfrentadas respecto a la unidad en la autoría de los poemas homéricos.

Los analistas defienden que hubo personas que ayudaron a Homero a escribir sus obras; es decir, intervinieron varias manos en la elaboración de sus poemas. Frente a estos se encuentran los unitarios, que sostienen que cada poema homérico tiene una concepción global y una creatividad que impide que puedan ser resultados de poemas menores. En un intento de resolver la polémica entre analistas y unitarios surge la corriente neoanalítica. Ésta entiende que las anomalías de la Ilíada no son fruto de reelaboraciones. Sin embargo, siempre quedará esa gran cuestión que resolver, y esto va para ustedes, lectores: ¿existió realmente Homero? 

La Ilíada: El canto inmortal de la Guerra y la Gloria.

Para quien no conozca esta obra, la Ilíada es un poema épico que trata la guerra de Troya en su último año. En ese momento, los aqueos intentaban rescatar a Helena, esposa del rey Menelao, que había sido raptada por Paris. Tras este suceso, los troyanos y aqueos entraron en guerra.

Este poema está dividido en 24 cantos, y atiende especialmente a la cólera de Aquiles, el guerrero griego más fuerte.

En los poemas épicos siempre está presente la figura del héroe. En el caso de la Ilíada, existe Aquiles, un héroe que no es muy querido en la actualidad. Éste se caracterizó por ser eufórico y frenético. Al principio de la obra, se muestra como un héroe soberbio, pero el punto álgido de su cólera se encuentra al enterarse de la muerte en combate de su fiel amigo Patroclo. A partir de ahí, nada en su alma volvería a ser lo mismo hasta acabar con su asesino, Héctor. 

Nada más enterarse de esta noticia, tuvo un sentimiento de culpabilidad que transmitió a su madre, la diosa Tetis. Se culpó a sí mismo de abandonar su patria y dejar que su amigo muriera sin poder hacer nada. Juró venganza. Tetis fue al oráculo de Delfos y allí le dieron dos caminos para escoger: si Aquiles se iba a luchar, su vida será corta, pero su gloria y fama eterna. En cambio, si éste no acudía a la batalla, su vida será larga, pero oscura.

Aquí es donde Aquiles tiene que tomar una decisión heróica que pondrá su vida en juego. Al ser un héroe, la decisión es obvia. Aquiles irá a combatir junto a los griegos, para poder así alcanzar su meta: vengar a Patroclo matando a Héctor. 

Aquiles era visto por todo el mundo (incluso por los dioses) como un guerrero sin compasión ni respeto al que no le importaba matar a los enemigos. Así pues, inició la búsqueda para encontrar a Héctor. En el canto XXII se muestra a la figura de Aquiles a unos escasos instantes de acabar con Héctor, y aquí es donde se refuerza esa gran cólera que sufre, poniendo fin a la vida del troyano.

El padre de este es Príamo, quien acudirá en el canto XXIV a suplicarle a Aquiles que le devuelva el cadáver de su hijo para que así pueda descansar en paz. En este momento de la historia, fue donde el personaje de Aquiles comenzó a presentar síntomas de respeto y compasión, puesto que, al hablar con Príamo, le recordó a su padre y eso le reblandeció el corazón. De modo que, mostrando respeto, Aquiles entregó el cuerpo de Héctor a su familia.

En definitiva, durante toda la historia el personaje de Aquiles experimenta una evolución psicológica. En los primeros cantos se le mostraba como un héroe sin compasión ni respeto hacia los demás, con unos matices de egocentrismo y arrogancia. Sin embargo, en el canto XXIV se muestra a un Aquiles completamente opuesto a como se le conocía: impregnado de respeto y compasión hacia Príamo.

Bien es cierto que Homero, en la Ilíada, no realiza un análisis psicológico de ningún personaje, pero, en el caso de Aquiles, su perfil es completo y evolutivo. 

¿Por qué leer La Ilíada?

Dejando atrás el personaje de héroe y llegando al fin de la reflexión, quisiera recalcar una serie de características que convierten a la Ilíada en la mejor obra literaria hasta el momento.

Es realmente esencial leer la Ilíada ya que es la base de la literatura y el pensamiento de la cultura actual. Además, presenta muchos valores como la amistad, la valentía y la admiración mutua entre los rivales, contrastada con la rabia representada en la obra (Aquiles y Héctor). No obstante, debido a su antigüedad, esta obra nos deja un gran sendero de dudas, pero lo único cierto es que Aquiles comprendió lo que es el respeto sin perder su gloria. 

Cierro esta reflexión con una pregunta: Para ustedes, ¿es Aquiles un verdadero héroe? 

BIBLIOGRAFÍA

Torres Guerra, José B. Introducción a la literatura griega antigua. Madrid. Síntesis, 2019. Disponible en: https://unika.unav.edu/discovery/fulldisplay?docid=alma991000270649708016&context=L&vid=34UNAV_INST:VU1&lang=es&search_scope=34UNAV_CATALOGO&adaptor=Local%20Search%20Engine&tab=34UNAV_CATALOGO&query=any,contains,torres%20guerra&offset=0

Luc Ferry. La sabiduría de los mitos: La Ilíada. Barcelona. Yermo ediciones, 2022.

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