[Gabriel Tortella, Capitalismo y revolución. Un ensayo de historia económica y social contemporánea. Gadir. Madrid, 2017. 550 páginas]
5 de junio, 2018
RESEÑA / Manuel Lamela Gallego
El principal objetivo de este libro es ofrecer una visión extensa de la historia contemporánea, para así hacernos capaces de comprender la maravillosa, y a la vez abrumadora, complejidad del mundo en el que actualmente vivimos. Para la realización de esta tarea la obra cuenta con un verdadero enfoque multidisciplinar, con la historia económica como punto de encuentro y referencia para el resto de ciencias sociales. En consecuencia, el libro nos ofrece un acertado análisis tanto económico como social, pero sin olvidar jamás lo político, factor que el autor considera esencial para la verdadera comprensión de los hechos pasados.
Con esta mirada al pasado para, en los capítulos finales, observar con mayor lucidez y claridad el futuro próximo, Gabriel Tortella completa, mejora y nutre con un mayor número de reflexiones y pensamientos su anterior obra, ”Los orígenes del siglo XX” (2005). Historiador económico de notable vida académica y de reconocimiento internacional, el autor nos obsequia con un estudio ameno que sin duda despertará en el lector el interés por el estudio de la historia contemporánea.
Para ello el autor nos lleva de la mano hasta lo que él denomina como la primera Revolución Mundial (realmente el autor se retrotrae hacia tiempos más remotos para, en un capítulo brillante, explicar el triunfo de Europa y como esta liderará y encabezará este proceso). Este desarrollo histórico lo componen las denominadas revoluciones atlánticas o revoluciones burguesas, encabezadas por Inglaterra (XVII) y Holanda (XVI-XVII) y seguidas por el resto de Europa y el continente americano durante las últimas décadas del siglo XVIII y casi todo el siglo XIX. Finalmente la Revolución Industrial iniciada en las islas Británicas durante el siglo XVIII dará el cierre a esta I Revolución Mundial.
Ya aquí, el autor nos muestra su agudeza como analista histórico al discernir entre revolución burguesa y revolución industrial, concluyendo que se sigue un proceso evolutivo: primero es necesaria una revolución de carácter político que dé como resultados avances tanto a nivel social como a nivel económico, como fue el caso de Inglaterra, con incremento del comercio marítimo, desarrollo del parlamentarismo, cambios en la agricultura... Esto último desembocará finalmente en una Revolución Industrial donde el avance y mejora será total y abarcará todos los ámbitos de la sociedad humana. Esta reflexión explica y cristaliza la situación vivida en Europa durante el siglo XVIII, donde encontrábamos sociedades como la inglesa, prácticamente sumergida en su industrialización, y al mismo tiempo sociedades como la francesa, aún sumida en su revolución burguesa.
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El autor marca otro punto de inflexión en el devenir histórico al término de la Belle Époque y el comienzo de la I Guerra Mundial, en 1914. Como hizo anteriormente, nombrará al proceso, iniciado en la primera parte del siglo XX y culminado en su segunda mitad, como la II Revolución Mundial. Cuando el autor habla de revolución de ninguna forma se está refiriendo a la revolución rusa o revolución bolchevique acontecida en 1917, ni tampoco a la serie de totalitarismos surgidos durante el período de entreguerras. Para Gabriel Tortella estos acontecimientos no son más que experiencias monstruosas destinadas a guardar silencio en la papelera de la historia. Cuando el autor habla aquí de revolución se refiere a la consolidación del Estado social-demócrata apoyado en la teoría económica de John Maynard Keynes.
Seguidamente el autor realiza un repaso histórico-económico, llegando hasta la recesión económica acontecida en 2008. El autor concluye explicando el porqué del triunfo del capitalismo: un capitalismo sin duda renovado y moldeado por las diferentes crisis que han acontecido desde 1945. Conclusión que podemos sintetizar en la frase, casi profética, usada por el autor de: “Mañana el Capitalismo” (p. 498).
Tortella destina las últimas páginas de su libro a reflexionar acerca del presente y del tiempo que está por venir. En un balance de los últimos 250 años y alejado de futuros oscuros, nos muestra cómo la humanidad, tras varias décadas de un desarrollo sin precedentes, se encuentra en su máximo esplendor en niveles y condiciones de vida. Pese a este fundado optimismo, el autor también nos advierte de serios problemas a los que la humanidad tendrá que hacer frente para poder seguir adelante en su progreso. La superpoblación y el descontrol demográfico existente en los países del tercer mundo, es considerado por el autor como el gran problema de nuestro tiempo.