La UE concreta la base del mutuo provecho con Latinoamérica

La UE concreta la base del mutuo provecho con Latinoamérica

ARTÍCULO

09 | 12 | 2023

Texto

La canalización de inversiones y el apoyo al desarrollo digital abre una vía de cooperación que Europa puede usar como palanca para la obtención de materiales estratégicos

En la imagen

Foto oficial de la III Cumbre UE-CELAC, celebrada en Bruselas en julio de 2023 [Comisión UE]

La Unión Europea ha comenzado a gestionar los acuerdos alcanzados con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la cumbre del pasado mes de julio. Largamente demorada, la cumbre sirvió para retomar el compromiso de cooperación entre las dos regiones: en un momento de altas exigencias tecnológicas, la UE puede compartir avances digitales, al tiempo que los países latinoamericanos pueden suministrar materiales cruciales para la nueva revolución industrial, como el hidrógeno verde o el litio, cuya producción requiere inversión extranjera. Que el deseo de colaboración no quede en meras declaraciones como en otras ocasiones depende de cómo se perciba la urgencia geopolítica ante el nuevo orden mundial.

La celebración de la III Cumbre UE-CELAC en julio de 2023 tuvo importancia en si misma, pues suponía un reencuentro que no se producía desde la cumbre de 2015 (la próxima deberá celebrarse dentro de dos años). La doble jornada convocada en Bruselas, durante la presidencia española, estuvo centrada en la oportunidad digital que ofrece la colaboración entre Europa y Latinoamérica. En la cumbre, se discutieron temas como la cooperación en el campo de las materias primas fundamentales, como es el caso de los metales de tierras raras, del acceso libre a los mercados y del desarrollo sostenible. También, fue debatido el refuerzo de la cooperación en los foros multilaterales y la paz y la seguridad mundial.

Antes de la cumbre, la Comisión Europea prometió una inversión de 45.000 millones de euros hasta 2027 en gran parte destinados a la transición energética y la conectividad en los países de la CELAC, gestionados a través de la principal iniciativa de la UE en acción exterior, el Global Gateway. Esto con el objetivo de mejorar las relaciones y así convertirse en el primer socio de la región. En las inversiones participan también los grandes bancos regionales, como la CAF y el BID.

Agenda de la inversión Global Gateway

La Agenda Global Gateway es una iniciativa para fortalecer la UE como actor global y promover los valores europeos. Es un proyecto geopolítico para competir con la Iniciativa de la Franja y Ruta de China. Como ejemplos de esas inversiones pueden mencionarse los siguientes proyectos:

Acuerdo de hidrógeno verde entre Chile y la UE.—Con la iniciativa ‘Team Europe’ la UE promueve el desarrollo de hidrógeno renovable en Chile. Debajo de esta iniciativa la UE invertirá 4 millones de euros en esta iniciativa y el Ministerio Federal Alemán de Asuntos Económicos y Protección del Clima (BMWK) otros 4 millones de euros. También se creó un Fondo de Hidrógeno Renovable con un presupuesto de 216 millones de euros. El Fondo de Inversión para América Latina y el Caribe de la UE (EU LACIF) aporta 16,5 millones de euros y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) junto con el Banco de Desarrollo Alemán (KfW) aportan 200 millones de euros. Los objetivos del programa son: la transformación de Chile en un líder regional en materia de hidrógeno verde, la producción del 150% del mercado mundial de H2 existente y el 15% de la demanda futura en 2050 y la reducción de las emisiones del sector minero de Chile. Un hecho importante es que Alemania, debido a su gran industria, tiene una necesidad de hidrógeno verde por lo que financia una parte significativa de las inversiones.

Inversiones en el transporte interno de El Salvador.—En El Salvador la Unión financiará principalmente dos proyectos para mejorar la movilidad dentro del país. El primer proyecto es el Tren del Pacífico, para transporte de carga y pasajeros, que recibirá un financiamiento de 150 millones de euros. El tren conectará San Salvador con Acajutla, localidad costera a 80 kilómetros de la capital, y sería posible extenderlo hasta la frontera con Guatemala. El segundo proyecto es una línea de metro de tipo monorriel en el Área Metropolitana de San Salvador con una inversión de 300 millones de euros. Estos dos proyectos serán beneficiario para el comercio en El Salvador y mejorarán el transporte interno del país.

La descarbonización del Canal de Panamá.—Asimismo, la UE invierte en el proceso de la descarbonización del Canal de Panamá. El Canal tiene el objetivo de convertirse en carbono neutral hacia 2030. La estrategia para cumplir este objetivo implica, por ejemplo, que los buques utilicen combustible sostenible como H2 o combustible sintético y que la producción de electricidad para el funcionamiento del Canal sea neutral en emisiones de carbono. Esta inversión es clave porque coincide perfectamente con la nueva agenda de inversiones en la transición energética de Latinoamérica.

Alianza Digital UE-CELAC

La apuesta por la colaboración digital también se inscribe en el marco de Global Gateway. La Alianza Digital, según la propia UE, es “un marco de cooperación informal basado en valores compartidos”. La iniciativa tiene tres pilares —las inversiones en conectividad, la ciberseguridad y los derechos digitales— y prevé financiarsecon destinar 3.400 millones de euros a Latinoamérica de lo presupuestado en el programa Global Gateway y 135.000 millones euros del Fondo Europeo para el Desarrollo Sostenible Plus. Los objetivos abstractos de la Alianza Digital son parecidos con los del Global Gateway, pero en concreto trata de la transición digital, de la creación de leyes de servicios y mercados digitales y de la regulación de inversiones digitales. Esta política es usada para aumentar la posición estratégica de la Unión en la región y porque ambas regiones tienen mismos intereses en esta.

Los datos muestran que hay una amplia brecha en el acceso a Internet entre la UE y la CELAC. En la UE, el 97% de los hogares tienen conexión a internet, pero en Latinoamérica y el Caribe la cifra es solo el 67%. Además, existe una gran diferencia entre los países de CELAC; por ejemplo, en Brasil el 77% de los hogares tienen una conexión a Internet mientras que en Haití son únicamente un 7%. Se puede concluir que inversiones en la conectividad son necesarios e importantes para disminuir la brecha entre las regiones, pero es necesario que las inversiones prioricen los países que más se beneficiarían de ellas.

Asimismo, la alianza incluye la cooperación para infraestructuras como el programa BELLA y los Centros Copernicus y establecerán diálogos sobre políticas digitales, la gobernanza de internet, la protección de datos, la inteligencia artificial y más tecnologías relevantes. Sin embargo, para la realización de los objetivos son necesarias enormes inversiones porque solo para ajustar la brecha en conectividad se requerirían inversiones de más de 50.000 millones dólares, de modo que puede afirmarse que, pese a los grandes objetivos del acuerdo, todavía no hay una clara ruta para alcanzarlos.

Relaciones económicas

La asociación estratégica que se plantea se sustenta en una amplia relación comercial, que alcanzó los 369 millones de euros en 2022 y que, si bien ya creció un 32% en los últimos diez años, cuenta por delante con opciones de intensificarse aún más.

El mayor vínculo comercial es con México y con los países de Mercosur; estos últimos son también el principal destino de las inversiones que se realizan desde la UE, seguido de las naciones caribeñas. Con un total de 693.000 millones de euros de inversión en 2021 (un 45% más que en 2013), la UE es el primer inversor en Latinoamérica y el Caribe.

Pero si en inversión en la región, la UE como bloque está por delante de Estados Unidos y muy por encima de China, no ocurre lo mismo en cuanto al comercio. En cada subregión China tiene una mayor implicación que la UE (y en varias esta se ve superada también por Estados Unidos, notoriamente en el caso de México y América Central, algo lógico por la proximidad de esos actores, pero también en el caso de los países de la Comunidad Andina y de Chile.

Estas cifras constatan las intensivas relaciones económicas entre la CELAC y la UE y que esta es un inversor imprescindible para los países latinoamericanos. Las prometidas inversiones con la Alianza Digital y con la iniciativa Global Gateway en general ayudarán a incrementar ese vínculo y, con ello, la influencia económica de la UE frente a la de China, que ha crecido notablemente en el hemisferio occidental en los últimos años.

La dimensión política

En los últimos años la CELAC se sentía olvidada de Europa porque hubo pocas reuniones entre ambas regiones y apenas se firmaron nuevas colaboraciones para profundizar las relaciones económicas y políticas. Por ejemplo, el acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur, alcanzado en 2019, sigue sin ser firmado y ratificado. Por eso, las iniciativas de cooperación aquí referidas pueden significar el comienzo de una nueva etapa de mayor relación.

La UE y la mayoría de los países de CELAC cuentan con valores ampliamente compartidos. En la cumbre de julio se puso de manifiesto la concordancia en la defensa de la democracia, los derechos humanos y un sistema internacional regido por el derecho internacional. Aunque en Latinoamérica se constatan algunos retrocesos democráticos y la debilidad de muchas instituciones, un 67% de los ciudadanos latinoamericanos apoyan a la democracia como sistema político. Casi una generación ha crecido en un entorno democrático y el sistema se ha consolidado incluso en situaciones económicas no favorables.

Esto significa que exista base para una cooperación cercana entre la UE y la CELAC: casi el 50% de los ciudadanos latinoamericanos eligieron la UE como el mejor socio para estrechar relaciones.

Una mejora de la cooperación está claramente en el interés europeo, por diversas razones. Primero, porque refuerza el programa Global Gateway, que hasta ahora no ha tenido mucho éxito en sus objetivos. Segundo, porque ante la amenaza de China es importante para Europa cooperar con otras democracias. Y tercero, porque Europa tiene necesidad para diversificar sus socios económicos. La cooperación en materia digital y en otros proyectos, como los de infraestructura o de energía renovable aquí mencionados, suponen una oportunidad para abordar una colaboración más amplia, y en términos meramente económicos no hay que perder de vista que los países de la CELAC pueden atender la demanda europea de materias primas.