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El compás y su significado: algunos ejemplos

Un par de ejemplos del siglo XVI

Como es sabido, arte se hizo durante el Renacimiento más erudito, conjugando con gran fuerza óptica, geometría, anatomía, fisiognomía, expresión de las pasiones, historia natural, arquitectura, anticuariado y mitología. Las escasas representaciones que tenemos de maestros en el siglo XVI hacen especial hincapié en colocar el compás y la escuadra, para distinguirlos de oficiales, canteros y albañiles.

En el retablo mayor de Ororbia (c.1523-24) encontramos historias pintadas de san Julián el Hospitalario, cuyas fuentes textuales remiten a la Leyenda Dorada. La tabla nos proporciona una crónica de cómo se construía en aquellas décadas, con gran protagonismo de la madera con uso de cimbrias, el andamio, y grúas elementales. En primer plano, el mecenas san Julián conversa con el maestro responsable de la fábrica que sujeta un pequeño y delicado compás con su mano derecha, mientras un oficial corta un sillar, con la escuadra, el compás y una escobilla al lado.

En la sacristía de la capilla del Espíritu Santo de la catedral de Tudela se encuentra una tabla del Primer Renacimiento y filiación aragonesa, que representa a san José en uno de los primeros ejemplos en que el santo se representa joven. Se acompaña de un par de donantes y se debe datar en torno a 1540. Una gran escuadra identifica al santo como carpintero. Sin embargo, es el compás, situado estratégicamente en la parte central del escaño, junto a los donantes, un elemento que parece querer ir más allá que indicar el oficio del santo. Se trata de una tabla que guarda sus pequeños secretos por resolver y que necesita una investigación muy a fondo.

Tabla de san José con donantes en la catedral de Tudela, c. 1540. Foto J. L. Larrión

San José de Subiza con el compás como atributo

La imagen de san José del retablo mayor de Subiza es obra de Domingo de Lusa. En vez del serrucho, el santo porta excepcionalmente un compás. En las primeras décadas del siglo XVII, el padre Jerónimo Gracián, en su obra sobre el santo, afirma que san José practicó otras artes mecánicas, aunque se dedicó a las artes de la madera, habiendo realizado diferentes obras de otras tantas especialidades, como obras vivas (norias, arados y carros) y muertas (mesas, bancos … etc.), de obra prima o de entalladura, e incluso las trazas o modelos, tareas propias de los carpinteros viejos

Al tratar de este último aspecto, hace un paralelismo con la obra de la Redención y el papel del Santo Patriarca en ella, explicando la función del carpintero destacado y su intervención en los planos de los edificios, en unos momentos en que en España se utiliza la palabra arquitecto, en referencia al que diseña retablos de madera policromada. Así lo escribe el mencionado padre Jerónimo Gracián, al tratar del oficio de san José: “Suele un gran maestro que quiere labrar un suntuoso palacio escoger oficiales que le ayuden, peones que sirvan, y buscar los materiales convenientes para la fábrica; mas primero que ponga mano a la obra, ni ordene ni mande a los oficiales que han de labrar, busca un carpintero viejo y experimentado y trata con él el edificio que pretende hacer. Y los dos a solas dibujan la planta, hacen el diseño, fabrican el modelo y, después de todo prevenido, apuntado y concertado, se ponen las manos a la labor”.

 

Imagen de san José con el niño acompañados del compás. Parroquia de Subiza, por Domingo de Lusa, comienzos del siglo XVII. Foto Catálogo Monumental de Navarra

Detalle de la tabla del retablo mayor con san Julián visitando las obras del hospital, c. 1523-1524. Foto Servicio de Patrimonio Histórico. Gobierno de Navarra

Junto a todo el utillaje del carpintero en un retablo de Puente la Reina

Terminamos con una referencia a los relieves de los netos del banco del retablo de San José en las Comendadoras de Sancti Spiritus de Puente la Reina, que presenta el más completo ejemplo de todas herramientas de una carpintería, con la fineza de un maestro que tallaba muy bien en época rococó. La pieza fue contratada junto a otros tres retablos para la misma iglesia, en 1768, por Nicolás Pejón “de profesión escultor, tallista y arquitecto”. El dorado de todos ellos fue obra de Juan José del Rey. En el banco del retablo se suceden los siguientes motivos, perfectamente tallados: limas, hacha, martillo, sierra, formón, gubia, compás, maza, tenaza, escuadra, regla, sargento y banco del oficio. Se trata de algo excepcional en un retablo navarro.

Utillaje del taller de carpintería en el banco del retablo de San José de las Comendadoras de Puente la Reina, por Francisco Nicolás Pejón, 1768. Foto J. I. Riezu

Para saber más

CRIADO MAINAR, J., “Retablo de San José”, Tudela el legado de una catedral. Pamplona, Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra, 2006, pp. 199-200
FERNÁNDEZ GRACIA, R., El retablo barroco en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2003
JERÓNIMO GRACIÁN DE LA MADRE DE DIOS, Sumario y excelencias del glorioso San José esposo de María (1597), introducción de J. A. CARRASCO, Valladolid, Centro Español de Investigaciones Josefinas, 1995
MARTÍNEZ ÁLAVA, C., TARIFA CASTILLA, M. J. y LATORRE ZUBIRI, J., La iglesia de San Julián de Ororbia. Historia y restauración, Ororbia, Concejo de Ororbia, 2014